martes, 29 de enero de 2013

Etapa 6: Munich

Esta etapa es la más larga de todo el viaje.

Abarca 3 días completos de turismo y visitas por Munich y sus alrededores.

DÍA 7

Culminábamos la primera semana de viaje con el día que menos visitas turísticas teníamos programadas.

Pero como os imagináis, eso no quería decir que nos tomáramos el día de descanso, ni mucho menos.


Cartel de nuestro hotel

Nuestro hotel

En medio de la nada

Comenzamos sobre las 8:30h y tras el ritual diario del hinchado de la rueda, pusimos rumbo a Prien a Chiemsee. 

El recorrido era de unos 40 km. 
Afortunadamente el día era bastante mejor que el anterior, y lucia el sol a orillas del lago Chiemsee. 

Aparcamos en otro de esos enormes parkings alemanes y nos dirigimos a las taquillas del puerto de Prien.

El Chiemsee, que también es conocido como el mar de Baviera, es un lago de 80 km2 en el que se encuentran 3 grandes islas. (Herreninsel, Fraueninsel y Krautinsel)

La vista desde el puerto es magnífica, ya que se funde el agua del lago con las escarpadas montañas alpinas del horizonte.


Vagón del Chiemsee Bahn

Puerto

El duo Cuenca (que son 3)

Sacamos los billetes y nos subimos al barco que estaba preparado para partir en el muelle de Prien.


Muelle de Prien

El muelle desde el barco

Una gaviota que nos perseguía

En unos 20 minutos de travesía llegamos a Herreninsel. Esta es la isla más grande del lago y es llamada la Isla de los Caballeros. En su terreno se encuentra otra de las maravillas arquitectónicas que mando construir el rey loco.

Estamos hablando del Palacio de Herrenchiemsee. El palacio empezó a construirse en el año 1878 y fue concebido para ser una réplica exacta del palacio de Versalles en París. 
Desgraciadamente el rey Luis II se quedó sin dinero y no pudo concluir su obra, quedando finalizado únicamente el ala principal y los jardines.


Lago Chiemsee

Interior del barco

LLegada a Herren Insel

Las taquillas están situadas justo enfrente de la zona del embarcadero, por lo que allí nos dirigimos.

Utilizamos nuevamente nuestro bono de los palacios de Baviera, y nos dieron nuestros tickets de entrada, con la hora fijada para las 11:30h.

Nos sumergimos entonces en los bosques de cuento de la isla de Herreninsel. Parece que de cada esquina pueda salir un gnomo, o algún personaje de los cuentos de hadas.

El precioso trayecto desde la zona de tickets hasta el palacio dura unos 15 minutos, y es muy recomendable tomárselo con calma y disfrutar plácidamente del paseo.


Palacio Herrenchiemsee

Fuente y jardines del palacio

El sendero desemboca en la zona de los jardines, con la imponente figura del palacio justo en frente. 

Son unos bellos jardines con laberintos, enormes fuentes decoradas, setos recortados y un embarcadero privado.


Coche de caballos

Algunas fuentes del jardín son idénticas a las de Versalles, y la ornamentación de los jardines es muy rica en variedad y cantidad. 

Una vez más pudimos constatar la especial personalidad del rey Luis II de Baviera, ya que no solo pretendía hacer un palacio idéntico que Versalles, sino que lo construyó en una isla, y en la parte más aislada de la isla.


Fuentes principales

Una de las fuentes

La otra fuente

Mientras llegaba nuestra hora de entrada pudimos disfrutar de una bretzel en la terraza contigua a la entrada del palacio. 

La temperatura era suave, pero el sol hacía esa mañana muy agradable.

Llegó nuestra hora y nos dirigimos a la entrada. 
Esta vez no había audioguía, sino que nos incluyeron en un grupo de unas 20 personas con un guía en inglés.

El interior del palacio no desmerece a los otros 2 que hemos visto del rey Luis II. 
Todo está cuidado al más mínimo detalle y como no, las paredes recubiertas de pan de oro.

Comenzamos la visita por la escalera de los embajadores. Esta es una estancia única, construida a imagen y semejanza a la escalera que había en Versalles desde el s. XVII, pero que ya no se conserva.

Continuamos por varias estancias, entre las que destaca el suntuoso dormitorio del rey. 
 Al igual que el de Linderhof tiene una balaustrada y una cama con dosel. 
Todo el dormitorio está decorado con tapices y pan de oro. 
En este dormitorio tan suntuoso el rey Luis II nunca llegó a dormir.

Dormitorio real

Junto con la escalera, destaca la gran sala de los espejos, que es de un aspecto similar al de Versalles, reproduciendo hasta los frescos de la bóveda del palacio francés. 
Es una gran galería de más de 80 metros de longitud, y que contiene entre sus 52 candelabros y 32 arañas más de 3.000 velas.


Gran sala de los espejos
Junto a estas estancias podemos disfrutar del salón del ojo de buey, que reproduce hasta las pinturas de la familia de Luis XIV de Francia.

Salón ojo de buey

El comedor del rey tiene una mesa que se puede subir directamente de las cocinas con un elevador, igual que en Linderhof.

Además hay habitaciones de nueva creación, no inspiradas en Versalles, como el salón de porcelanas o el azul. 
En el salón de porcelanas encontramos una de las obras de arte más suntuosas del palacio. 
Esta es una lámpara de araña realizada en porcelana por la prestigiosa manufactura de Meissen, y cuyo valor es incalculable. 
El propio rey demostró su absolutismo destruyendo los planos de la lámpara para que no pudiera ser copiada.

Detalle de la decoración

En el salón azul se puede apreciar el mismo juego de espejos que pudimos disfrutar en Linderhof, y que le da amplitud y luminosidad.

Continuamos la visita por diversas salas sin decoración, que no llegaron a ser finalizadas por falta de presupuesto.

Zona no finalizada

Se visita la zona donde debería ir la cocina, y el mecanismo de elevación de la mesa del rey.

Como punto final de la visita nos encontramos caminando sobre la gran bañera de mármol del baño real. La bañera tiene capacidad para 60.000 litros de agua, y es más una piscina que una bañera.

A la salida, junto a la siempre presente tienda de recuerdos, nos encontramos con el museo de Luis II. Allí se pueden ver ropas y retratos originales del rey más especial de Baviera, y que nos ha dejado en legado 3 palacios - castillos absolutamente espectaculares.

Nuestra intención inicial era ir después del palacio a la Fraueninsel (Isla de las Señoras), pero el tiempo se nos había echado encima y teníamos compromisos, así que tomamos el barco de vuelta a Prien


De vuelta a Prien
Disfrutamos de una agradable comida y sobremesa en Grafing a unos 40 km de Prien.

Llegaba el momento de uno de los acontecimientos del viaje. Para ello pusimos rumbo a Munich, a unos 40 km de distancia de Grafing.

Teníamos entradas para el partido de la Bundesliga alemana que iban a disputar el FC Bayern de Munich y el VFL Wolfsburgo. 

Las entradas las compramos en la web  http://www.seatwave.es/ , ya que las entradas están agotadas meses antes, y a pesar de costarnos algo más caras que su precio original, mereció la pena para poder disfrutar de un partido en el Allianz Arena.

Desde la autopista ya pudimos ver la impresionante silueta de uno de los templos europeos del balompié. 
Llegamos con el coche y tras superar un pequeño atasco, entramos en uno de los 4 enormes parkings de los que está rodeado el estadio. 

Para poder aparcar allí hay que ir antes de la finalización del partido a uno de los stands para obtener o en su caso recargar una "arena card". 
En nuestro caso nos incluyeron 10€ de saldo, y con eso pagamos el parking.

Salimos del parking y nos unimos a la marea humana que se dirigía a las puertas de acceso al estadio.


Allianz Arena

Me llamó la atención ver a mucha gente vestida con el traje tradicional Bávaro. No me imagino a miles de personas yendo al Vicente Calderón vestidos de chulapo o chulapa.

Antes de entrar nos indumentamos como es debido comprando 2 bufandas del Bayern. Además de eso Andrea llebaba la camiseta de Alemania con su nombre, y yo la roja del Bayern.

Cruzamos el control de seguridad, que está en unas puertas metálicas separadas unos metros de las del propio estadio. Similar a la entrada del Nou Camp. 
Curiosamente hay unas entradas generales para hombres, y una puerta específica para mujeres. 
Ya que el cacheo a los espectadores en la puerta de mujeres lo hacen vigilantes de sexo femenino, mientras que en el resto son hombres.

Llegamos a la altura de los muros del estadio y dimos la vuelta hasta que encontramos la escalera que conducía a nuestra entrada. 
Subimos, y como a mitad de camino nos encontramos en un enorme restaurante atestado de gente, todos con su cerveza y su buena ración de comida. 
El partido comenzaba a las 8, pero para los alemanes era ya la hora de cenar, por lo que había unas colas inmensas para pedir algo.

Continuamos hasta la entrada a nuestro sector, y un vigilante nos impidió la entrada. 
Ante nuestra sorpresa, nos indicó que nuestras entradas eran en el sector del equipo visitante, y que no podíamos llevar ningún símbolo del Bayern para evitar generar conflictos.

Andrea les dijo que era la primera vez que íbamos y que no sabíamos la ubicación de las entradas, algo que era totalmente cierto. 
Nos tocó guardar las bufandas y ponerme la chaqueta hasta arriba.

Afortunadamente a los 5 minutos de sentarnos, una mujer de seguridad nos llamó y nos indicó una zona en el sector contiguo donde podíamos sentarnos sin que hubiera ningún problema.

Allí ya pudimos integrarnos mucho más en el magnífico ambiente que había en el estadio muniqués.


Interior del estadio

La banda de música
El estadio estaba totalmente lleno. Éramos 71.000 espectadores con ganas de pasar un buen rato y ver a su equipo ganar.

Como anécdota, me pareció curioso, que en los videomarcadores y por la publicidad a pie de campo, felicitaron a Karl-Heinz Rummenigge por su cumpleaños. Incluso la gente le cantaba el cumpleaños feliz al ex-jugador y ahora presidente del Bayern. No me imagino esta escena en el Vicente Calderón, felicitando a Gil Marín por su cumpleaños.

El equipo local salió como una apisonadora. 

Dos tiros al palo en los primeros 5 minutos, y una gran presión en el área rival, hasta que llegó el primer gol en el 24´ obra de Bastian Schweinsteiger.

Cuando el Bayern, y todo el estadio estaba celebrando el gol, el speaker comenzó su show acompañado por el público. Era tal que así (perdón por la traducción):

- Speaker: Und schließlich in der 24. Minute der ersten Hälfte ... (Y por fin en el minuto 24 de la primera parte...)
- S: TOOOOOOOOOR!!!!!!!!  (GOOOOOOOOOL!!!!!!!!)
- S: Markiert mit der Nummer 31 Bastiannnnnnnnn  (Ha marcado con el número 31 Bastiannnnnnnnnn)
- Público: SCHWEINSTEIGERRRRR!!!!
- S: Bastiaaaaaaan
- P: SCHWEINSTEIGERRRRR!!!!
- S: Batiaaaaaaaan
- P: SCHWEINSTEIGERRRRR!!!!
- S: Sehr gut. Lassen wir die torchützen nochmal erwähnen.(Muy bien. Vamos a repasar el marcador.)
- S: FC Bayern München
- P: EINS!!!!  (UNOOOO!!!!)
- S: VFL Wolfsburg
- P: NULL!!!! (CEROOOO!!!!)
- S: Danke (Gracias)
- P: BITTE!!!! (DE NADAAAA!!!!)

La interacción del speaker con el público hace que la gente esté más metida en el partido, y además le da un toque muy divertido.

La verdad es que me sorprendió mucho el ambiente del allianz arena. Siempre hemos tenido en España la sensación de que los alemanes son fríos, pero la verdad es que el ambiente que había en el estadio no tiene nada que envidiar a las noches de mayor ambiente de los estadios españoles.


Diego sacando un corner

La T humana
En la curva sur hay una zona sin asientos donde se amontonan los seguidores más radicales del Bayern, son los "Schikeria München". Estos se pasan el partido sin parar de cantar y animar. Cada media hora o así inician un cántico que provoca que todo el estadio se ponga en pie y cante a la vez.


Momento del partido

Tras el descanso llegaron dos goles más del Bayern de Munich, cuyo autor fue el croata Mario Mandzukic.

Pudimos disfrutar del juego de Javi Martinez en el combinado bávaro, lo que nos dejó otra anécdota, ya que al ser sustituido el speaker le despidió con un sonoro "Muchas gracias Javi" en perfecto español.

En el Wolfsburgo jugó un viejo conocido de la afición colchonera, el brasileño Diego Ribas. Eso si, a pesar de ser el mejor de su equipo, no pudo brillar prácticamente nada.

Al finalizar el partido, la plantilla en pleno del Bayern fue grada por grada dando las gracias por el apoyo recibido, y festejando la victoria con sus aficionados.

Tras haber estado en muchos campos de fútbol, puedo decir que la afición del Bayern me sorprendió muy gratamente. 
El ambiente del partido fue magnífico, y no vimos insultos ni provocaciones, a pasar de estar al lado de la afición contraria.

Aquí os dejo la crónica del partido.

http://www.goal.com/es/match/82211/fc-bayern-m%C3%BCnchen-vs-wolfsburgo/report

Abandonamos nuestra localidad y caminamos de vuelta al parking. En ese momento la fachada exterior del campo estaba en color rojo en honor al Bayern.


Salida del estadio

Nos llamó la atención que una vez fuera del recinto del estadio la gente parecía anestesiada. 
Todo lo que habían animado dentro, ahí se había quedado. Fuera ni un cántico, ni un gesto de alegría por la victoria. Todos iban en procesión tranquilamente hasta el metro o el parking,como el que sale de la ópera o del cine.

Eso si, de repente oímos como alguien cantaba, y no salimos de nuestro asombro al ver que cantaban en español. Se trataba de un grupo de 3 chicos cantando lindeces sobre Cristiano Ronaldo. Al pasar por nuestro lado les dijimos algo en español, y ellos nos saludaron efusivamente. Eran 3 chicos de Barcelona que habían ido por el Oktoberfest, asi que ya iban un poco calentitos.
Fuimos con ellos hasta la entrada del parking y allí nos despedimos.


El Allianz Arena

Lo del parking fue tercermundista. Parece increíble que estemos en un país tan "avanzado" como Alemania. 

¿Como es posible que un parking con capacidad para 2.000 o 3.000 coches tenga una única salida?

¿El señor arquitecto que lo diseñó no se pudo imaginar que la gente que allí aparcaría saldría toda a la vez?

Así que allí estuvimos más de media hora con el coche parado sin poder movernos, ya que solo había un pasillo que se dirigiera a la única salida del recinto.
Como buenos alemanes todos esperaban pacientemente su turno para salir, sin una sola protesta.

Nosotros como buenos españoles, en cuanto vimos un mínimo hueco atravesamos 5 pasillos por el medio de los coches, hicimos 3 o 4 maniobras bruscas y nos plantamos en 5 minutos en la salida.

¿Que nos miraban mal? 

Pues si, pero nosotros salimos en media hora, y ellos todavía estarán esperando para salir cuando el Bayern vuelva a jugar en casa.

De vuelta al hotel pretendíamos parar en algún sitio para cenar, pero no nos acordamos que estábamos en Alemania y a las 22:30h ya estaba todo más que cerrado.

De camino al hotel por la autopista, mientras nos pasaban los mercedes, audis y bmw a más de 200 km/h, vimos la silueta salvadora de un burguer king. 
Salimos de la autobahn ya con el whopper en la cabeza, pero al ir a pedir nos dicen que ya estaba cerrado. Nuevamente contrariados miramos a la derecha y vimos la M salvadora de un Mc Donald´s a unos 200 metros. Y lo mejor es que ponía servicio 24 horas.

Por fin pudimos coger nuestra poco saludable, pero en ese momento muy apetecible, cena, y pusimos rumbo a  nuestro hotel de Bad Feilnbach.

Por fin allí pudimos cenar y dormir plácidamente hasta el día siguiente.

DÍA 8

Nos despedimos de la amable dueña del hotel de Bad Feilnbach y nos dirigimos al centro de Munich.

Esta iba a ser el día principal de visitas por la capital Bávara.

Aparcamos el coche en un parking subterráneo que hay en la plaza de la ópera de Munich.


Plaza de la ópera

Nuestra intención era hacer el tour gratuito por el centro de la ciudad que ofrecen en la página web http://www.newmunichtours.com/es/tours-diarios/tour-gratis.html

El tour empezaba a las 10:45h en la Marienplatz. Llegamos muy justos por culpa de un atasco que nos encontramos a la entrada de la ciudad, pero aun nos dio tiempo a ver el final del espectáculo del Glockenspiel, y unirnos al grupo.


Glockenspiel

Marienplatz

Nuestra guía se llamaba Rut y era madrileña,y la verdad es que nos ayudó a conocer de una forma muy amena el centro de Munich.

Comenzamos por el Glockenspiel. 
Este es un carrillón que se encuentra situado en la torre del ayuntamiento nuevo. Tres veces al día se activa para representar la boda del Duque Guillermo V con Renata de Lorena. 
Acto seguido podemos ver la celebración de unos juegos de justa a caballo realizados en honor a los recién casados. 
Posteriormente se representan bailes típicos bávaros que se realizaban para ahuyentar a los malos espíritus.


Nuevo ayuntamiento

El Glockenspiel se encuentra situado dentro del nuevo ayuntamiento, que es un edificio de finales del siglo XIX construido en estilo neogótico. Mide casi 100 metros y ocupa uno de los laterales de la Marienplatz. Este es uno de los pocos edificios que no fue arrasado durante la segunda guerra mundial.


Detalle del ayuntamiento

Entramos en su interior y Rut nos explicó que tiene más de 400 habitaciones, y que es la sede actual del ayuntamiento de Munich.


Interior del ayuntamiento

Abandonamos la Marienplatz para dirigirnos a la Frauenkirche. 
Se trata de la Catedral de Nuestra Señora, que es la catedral católica. Está construida en ladrillo y estilo gótico tardío. 
Fue consagrada en el año 1494 tras unicamente 20 años de construcción, siendo parcialmente destruida durante la II Guerra Mundial.  No se destruyó por completo, ya que al igual que el edificio del nuevo ayuntamiento era utilizado como referencia espacial por las aeronaves aliadas durante los bombardeos sobre Munich.


Torres de la catedral

Entramos en el templo y apreciamos sus altas columnas y muros  de color blanco. Se nota bastante que está totalmente restaurada.

Justo a la entrada encontramos una de las curiosidades que nos explicó nuestra guía. 
Esta es la huella del diablo o teufelstritt. Se trata de una huella que según la leyenda fue dejada por el dia cuando este hizo un trato con el constructor de la catedral. Acordaron que le financiaba la obra con la condición de que no hubiera ventanas en la iglesia, y así sumirla en la oscuridad y poder conquistarla.

Una vez concluida la obra, el diablo acudió furioso al constructor al ver los grandes ventanales que había construido. 
Pero el diablo fue engañado por el inteligente constructor, ya que este dispuso las columnas de manera que no se viera ninguna ventana desde el lugar donde firmaron el pacto. Por lo que le dijo al diablo que en realidad las ventanas ya estaban construidas cuando sellaron el acuerdo, pero que él no las vio.


Interior de la catedral

Cuando el diablo descubrió que había sido engañado, la iglesia ya había sido consagrada, y se enfadó tanto, que dejó la pisada a la entrada del templo.


La huella del diablo

También cerca de la entrada hay un busto del actual papa Benedicto XVI, que fue arzobispo de Munich.


Busto de Benedicto XVI

Estado de la catedral tras los bombardeos

Continuamos nuestro paseo en grupo en dirección a la plaza de la ópera. 
Allí está el magnífico edificio neoclásico de la opera estatal de Baviera. Se construyó en 1825 para hacer sombra a la ópera de Viena, y convertirse en la ópera más grande de Europa (1 asiento más de capacidad que la de Viena)
El edificio fue prácticamente destruido en la II Guerra Mundial, y reconstruido siguiendo los planos originales y dejando su capacidad en 2.100 localidades.

A la izquierda de la ópera está la Residencia de Munich, que es el palacio real de los reyes de Baviera, y que visitaríamos más tarde.

Continuamos por la Residenzstrasse y allí hicimos un alto para que nuestra guía nos contara parte de la historia que hubo acontecido en ese lugar.

Allí se produjo el evento más conocido del intento de golpe de estado que realizó Hitler el 8 de noviembre de 1923, más conocido como Putsch de Munich. Hitler recluyó a la cúpula del gobierno que estaba reunida en la célebre cervecería Bürguerbräukeller. Mientras el gobierno estaba secuestrado Hitler se dirigió rodeado de 2.500 simpatizantes a la Marienplatz para tomar el control de la ciudad. Pero dos miembros gubernamentales fueron liberados con la excusa de avisar a su familias, y en vez de eso avisaron a la policía.
Por lo que a la altura de la Odeonplatz se cruzaron Hitler y sus partidarios con un grupo de policías que les bloqueaba el paso. Comenzó entonces un tiroteo que concluyó con la muerte de 14 militantes nazis y 4 policías.
A los fallecidos esa noche por el bando nazi, se les pasó a conocer como los mártires de Feldherrnhalle. y fueron recordados por una placa colocada en esa zona.
El régimen nazi obligaba a todos los ciudadanos que pasaran frente a la placa a realizar el saludo nazi frente a ella.
Para evitar realizar el saludo, muchos no partidarios del régimen, evitaban pasar por allí y cruzaban por la calle perpendicular hacia la paralela. 
Pero los SS dispusieron a 2 agentes allí para identificar a todo el que evitara hacer el saludo nazi y mandarlo al campo de Dachau. 
Para recordar a aquellos que se revelaron contra los nazis hay marcado en el suelo un camino de baldosas amarillas siguiendo el recorrido de los que evitaban hacer el saludo a la placa de recuerdo a los mártires.


Baldosas en recuerdo de los que se revelaron

Llegamos a la Odeonplatz y allí nos encontramos con varios monumentos históricos. Uno de ellos es el Feldhermhalle, que es un monumento que contiene estatuas de los líderes militares bávaros. Desde lo alto de su escalera, Hitler presidió varios desfiles de sus tropas durante los años previos a la guerra.


Odeonplatz

Feldhermhalle

A su derecha está la Teatinerkirche, que es un templo barroco del siglo XVII y que contiene el panteon de los reyes de Baviera. A pesar de ser de estilo barroco no lo encontramos nada recargado, ya que al estar todo pintado en color blanco, suaviza bastante la escena. Destaca sobretodo el trabajo minucioso realizado en las columnas del altar mayor.

Teatinerkirche

Interior de la iglesia

Altar mayor

Entrada a la iglesia

Al otro lado de la Odeonplatz comienza una de las avenidas principales de Minich, la Ludwigstrasse. Al otro tras los jardines de la Residencia, comienza el Englischer Garten.

Columnas de la Odeonplatz

Odeonplatz

De vuelta a la Marienplatz pasamos junto a uno de los símbolos de la ciudad, que son los leones de la fachada de la residencia. Es típico tocar la cabeza de las estatuas de los leones para que nos den buena salud, dinero y amor. 
Eso si, solo se pueden tocar 3 de los 4 que hay, porque si tocas las 4, por avaricioso no se te cumple nada. 
Es curiosisimo ver como hombre de negocios maletín en mano pasan junto a los leones y con un gesto ya rutinario acarician sus cabezas. Obvia decir que las cabezas están más que pulidas de tanta caricia.

León de la residenz

Giramos a la izquierda en la plaza de la ópera y enfilamos la Maximilianstrasse.
Plaza de la ópera

öpera de Munich

Maximilianstrasse

Maximilianstrasse
Esta es una de las calles más caras y exclusivas del mundo. Se dan cita aquí todas las marcas mas lujosas de ropa, calzado y joyería. Como no podíamos permitirnos pagar 10.000€ por un reloj giramos a la derecha a la altura de Dior y nos dirigimos de vuelta al centro

Tranvía de Munich

Hicimos una parada en la famosísima cervecería Hofbräuhaus. 
Rut nos explicó que la fundó el duque Guillermo V de Baviera en 1589 como cervecería exclusiva de la realeza y la alta nobleza.

Hobräuhaus

Hobräuhaus

Interior de la cervecería
Posteriormente se abrió para todos los públicos, y se convirtió en uno de los mayores atractivos turísticos de Munich. Su fama llega al punto de que han construido una réplica exacta en Las Vegas.

Calle peatonal

Nuestra siguiente parada es el viejo ayuntamiento. Este fue construido en el siglo XV, y contiene en su parte baja un gran salón gótico. A su derecha nos encontramos con su característica torre, que en su época servia como puerta de la ciudad. En la actualizad alberga el museo del juguete.

Viejo ayuntamiento

Enfrente del viejo ayuntamiento hay una estatua en bronce de Julieta, regalo de la ciudad de Verona a Munich. En esta estatua se sigue la tradición de fotografiarse acariciando un pecho de Julieta para obtener suerte en el amor.

Estatua de Julieta, y nuestra guía
Muy cerca nos detuvimos para ver un parking de perros. 
En Muncih los perros pueden entrar a cualquier establecimiento, ya que para poder tener uno los dueños deben llevarlos a unas sesiones de entrenamiento y educación. 
Pueden entrar a cualquier sitio, menos a las iglesias, al médico y a las farmacias. 
Por eso en las puertas de las farmacias hay un parking de perros.
Parking de perros

Nuestro tour concluyó en el Viktualienmarkt. Este es un mercado al aire libre, que tiene una superficie de 22.000 m², en la que 140 vendedores ofrecen flores, frutas exóticas, caza, carne de aves, especias, queso, pescado, zumos y otros productos. Los precios son bastante elevados, pero es algo típico y merece la pena pasear entre sus puestos.

Puesto del mercado

En el centro del Viktualienmarkt nos encontramos un Biergärten ("jardín de la cerveza")  Un Biergärten es un amplio espacio con mesas de picnic, y cubierto por las enormes hojas de varios castaños.

Viktualienmarkt
Hay siempre una zona donde se sirven comidas y bebida, bien como autoservicio, bien con servicio de camareros. Es habitual que la gente se lleve allí su propia comida traída de casa,  aunque la bebida (en especial la cerveza) hay que comprarla en el biergärten. Es frecuente ver como se interactúa entre las distintas mesas, y que las mesas estén llenas de gente bebiendo cerveza a cualquier hora del día.

Nos despedimos de Rut nuestra simpática guía y tras casi 4 horas de tour decidimos que ya era hora de comer.

 Atravesamos una vez más Marienplatz y giramos a la derecha por Perusastrasse para llegar al restaurante Zum Franziskaner. Este es uno de los restaurante favoritos de Andrea en Munich, y no podíamos dejar de comer allí.

Esta es la web http://www.zum-franziskaner.de/

Entramos y como no, pedimos una tabla de salchichas alemanas, acompañada por su correspondiente cerveza Franziskaner. 
En este restaurante tuvieron el magnifico detalle de, al oírnos hablar en español, darnos una carta en el idioma de Cervantes, para que pudiéramos entender perfectamente lo que íbamos a pedir de comer.

Comimos estupendamente y no excesivamente caro para ser un sitio tan representativo.

Nuestra siguiente parada es la Residencia real.

El edificio estaba en obras, pero aun así estaba todo bastante bien indicado, y nos dirigimos a la taquilla.
Afortunadamente la entrada estaba incluida dentro del bono de palacios de Baviera, y no tuvimos que pagar nada. 

La Münchner Residenz es un complejo de edificios contienen diez patios y que servía como residencia real desde la dinastía de los Wittelsbach. El edificio está totalmente reconstruido, ya que tras la guerra solo quedaron en pie 50 m2 de su superficie.

Comenzamos la visita por una zona dedicada a la dinastía Wittelsbach que gobernó Baviera durante más de 400 años. Salimos a un patio, donde destacaba una bonita fuente barroca, y continuamos por las habitaciones reales.
Realmente no impresionan tanto después de ver los castillos de los días anteriores, aunque tiene la ventaja de que dejan hacer fotos.

Fuente de la residenz

Patio interior

La sala más espectacular con diferencia es el Antiquarium. Esta es una sala de estilo renacentista, finalizada en 1571, y formada por una bóveda de cañón de 66 metros de longitud, adornada por frescos. Estos frescos representan motivos alegóricos, grotescos y paisajes bávaros.

Antiquarium
En cada extremo de la sala hay una barandilla con una chimenea. 
A lo largo de la galería hay bustos y esculturas de la antigüedad clásica, mezcladas con copias del renacimiento.

Barandilla y chimenea

Cuadro

Pasillo del palacio

Dormitorio

Despacho

Dormitorio

Sala de música

Sala de recepciones

Despacho

Dormitorio principal

Pasillo dorado

Basílica

Salimos de la Residenz con algo de prisa, porque habíamos quedado con una amiga de Andrea, y además no habíamos hecho aun el check in en el hotel.

Pagamos 10€ por el parking de la ópera y pusimos rumbo al Hotel Park Inn Oest. El hotel estaba realmente bien, aunque algo alejado del centro de Munich.

Tras descansar y asearnos, quedamos con Isabel y su familia para cenar y dar una vuelta por el Englischer Garten. 

El Jardín Inglés es uno de lo parques urbanos más grandes del mundo, con más de 4 km2 de superficie.
Esta atravesado por el río Eisbach, que es donde se produce la famosa ola que aprovechan los surfistas muniqueses para practicar su deporte preferido. 

El Englischer Garten tiene dos áreas con una naturaleza muy diferenciada. Por un lado tenemos la zona norte, que está formada por un espeso bosque prácticamente salvaje. Por otro la zona sur más cercana al centro de la ciudad, que comprende un jardín con amplias praderas y zonas turísticas.

Nosotros paseamos brevemente por los jardines, y nos sentamos en una mesa del Biergarten que hay justo enfrente de la Pagoda China o Chinesischer Turm.

Pagoda

En el segundo piso de la pagoda hay un grupo de música bávara tocando en directo y amenizando a todo aquel que pasee por sus cercanías, o que esté disfrutando de una agradable tarde en el biergarten que hay justo al lado.

Nosotros nos sentamos en el biergarten y nos acercamos a una especia de semi-autoservicio donde puedes comprar comida y bebida. 

En la sección comida pedimos una ensalada unas salchichas bávaras, y en la de bebida unas jarras de cerveza y radler (cerveza con limón) 

Eso si, no es barato precisamente, creo que fueron 40€ por una ensalada, salchichas, y 4 bebidas.

Después del refrigerio en el biergarten, dimos un pequeño paseo por el parque hasta que la noche empezó a caer. Entonces nos dirigimos a una de las calles más comerciales de Munich, la Leopoldstrasse.

Esa zona está llena de comercios y restaurantes. Nos sentamos en uno de ellos para cenar con nuestros amigos.

Nos despedimos de nuestros anfitriones y cogimos el metro en la moderna estación de Münchner Freiheit y nos bajamos en Theresenwiese. 
A escasos metros de la estación de metro se encuentra el recinto donde se celebra una de las fiestas multitudinarias más famosas del mundo, el Oktoberfest.

Interior del metro

El Oktoberfest es la mayor fiesta popular de Alemania, y congrega anualmente a más de 5 millones de personas. 

Comienza el primer sábado después del 15 de septiembre, y dura de 16 a 18 días. 

La fiesta lleva celebrándose en el terreno de Theresenwiese más de 200 años.

La primera sensación que tuve es estar dentro de la feria de una gran ciudad.

A ambos lados del enorme recinto hay atracciones, propias de los mejores parques de atracciones permanentes.
En el pasillo central se mezclan las tiendas de recuerdos con los kioskos de comida.

Oktoberfest

Tienda de souvenirs

Puesto curioso

Montaña rusa
Pero donde realmente se vive el Oktoberfest es en las carpas. Hay muchas repartidas por todo el recinto.

Las más famosas son las siguientes:

- Hackerbräu conocida también como “Himmel der Bayern” o “el Cielo de los Bávaros”, es una de las carpas más grandes en el Oktoberfest. Es visitada por estadounidenses, británicos y austriacos.
Aquí se puede degustar costillas de cerdo picantes con salsa barbacoa o espalda de cerdo con lombarda.
- Löwenbräu:  Su ambiente es muy agradable y amigable.
- Festhalle Schottenhamel es el local de moda entre los jóvenes de Múnich donde se celebra el tradicional acto de apertura de la Wiesn, el Oktoberfest-Anstich.
- Pschorrbräu (Bräurosl): las especialidades en “Bräurosl” son un contundente asado agrio de ternera con Spätzle o lechón asado a la cerveza con albóndigas y ensalada.
- Weinzelt: Esta carpa ofrece una selección de más de 15 vinos, champán y cerveza Paulaner.
- Armbrustschützen: La cerveza de esta carpa es hecha por Paulaner.
- Augustiner: Considerada por habitantes de Munich como la mejor carpa debido a que vende la cerveza local favorita, Augustiner.
- Fischer-Vroni: sirve una extensa variedad de platos de pescado.
- Hippodrom: Algunas celebridades y muchos jóvenes visitan el Hippodrom.
- Käfer’s Wiesn-Schänke: Esta es la carpa más pequeña del Oktoberfest, es frecuentada por celebridades y es reconocida por su excepcional comida gourmet.
- Spatenbräu (Ochsenbraterei): La famosa cerveza Spaten y el obligatorio buey asado, hacen de esta carpa uno de los puntos de encuentro preferidos por los visitantes de la Wiesn de todo el mundo.
- Schützen: famosa por su cerdo preparado de la forma tradicional con salsa de cerveza de malta.
- Paulaner Brauerei (WinzererFähndl):Esta carpa es fácilmente reconocida por el gran tarro que posa sobre su torre.


Caipirinhas

Otra carpa
Nosotros entramos en la Löwenbräu, que está coronada por un enorme león en su parte más alta.

El león

Carpa de Lowenbrau
El ambiente en el interior es magnífico. Miles de personas con sus enormes jarras de cerveza, subidos en los bancos, cantaban y bailaban al ritmo de una orquesta que tocaba en el centro de la carpa.

Orquesta
La orquesta interpretaba todo tipo de música, desde el "I love Rock'n roll", pasando por "We are the champions", hasta la banda sonora de Pretty Woman.

Nos acercamos a una mesa e intentamos parar a alguna camarera sin éxito. Nos dijeron que solo servían en mesa, así que nos hicimos hueco en una y esperamos la visita de una camarera.

Cuando llegó, lo único que nos preguntó fue "wie"  "¿cuantas?" Viendo nuestra cara de no entender nada, nos repite "¿Cuantas jarras?" Al parecer solo se podían pedir jarras de cerveza de 1 litro. Así que nosotros le pedimos una.

A los 5 minutos aparece la mujer con 3 jarras en cada mano. Las planta en la mesa y las va distribuyendo por los alrededores. Cada jarra cuesta 9,60€, aunque todo el mundo les da 10€.

Interior de la carpa

Continuamos disfrutando del ambiente, hasta que a las 22:30h la orquesta finalizó su actuación.

Estuvimos dentro un rato más, y salimos fuera de la carpa. Seguía habiendo muchísima gente subiéndose a las atracciones y dentro de las carpas, a pesar de no haber música. Para terminar una magnífica jornada, decidimos pedir un postre típico bávaro en uno de los kioscos de comida. Además aprovechamos para comprar recuerdos del Oktoberfest para la familia.

En algo más de media hora llegamos de vuelta al hotel para descansar de este largo y provechoso día.


DÍA 9

Por el cansancio cumulado por lo que llevábamos del viaje decidimos dormir algo más y cancelar alguna de las visitas previstas para ese día. 

Nos quedaba mucho viaje aun por delante, y no era plan de ir acumulando tanto cansancio.

El día no acompañaba mucho, ya que al salir del hotel estaba lloviendo. Nuestro primer destino era el parque olímpico de Munich.

Estación de tren

Con una superficie de 270 hectáreas, el Parque Olímpico de Munich fue construido con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de 1972.

Alberga grandes atracciones como el Estadio Olímpico,un gran centro de natación, un pabellón polideportivo, una pista de patinaje sobre hielo y la antigua Villa Olímpica, tristemente recordada por el asesinato de 11 atletas israelíes durante la celebración de los Juegos.

Nos bajamos en la parada de metro Olympiazentrum, y nada más salir a la superficie, nos encontramos con el museo BMW. El museo está ubicado en un edificio circular, junto a un enorme edificio con la forma de 4 pistones, donde se encuentra la ingeniería de BMW.


Fábrica de BMW

Torre BMW
Continuamos de frente y cruzando un puente sobre la autopista llegamos al área olímpica.

Lo primero que llama la atención es la altisisma torre de comunicaciones Olimpiaturm con sus 291 metros. En su parte superior hay un restaurante y un mirador.

Olimpiaturm

A un lado se encuentra el pabellón Olimpiahalle, con capacidad para 15.500 espectadores. En los Juegos Olímpicos fue sede de la gimnasia y del balonmano. Además ha albergado multitud de eventos deportivos, como el europeo de baloncesto de 1993, competiciones de ciclismo en pista, hockey sobre hielo o la final four de la euroliga de baloncesto en 1999.
Actualmente se utiliza sobretodo para conciertos multitudinarios, o eventos como los MTV music awards.

Olimpia halle

Enfrente podemos ver el Olympia Schwimmhalle con capacidad para 9.000 espectadores. Esta es la piscina donde se disputaron las pruebas de natación de los Juegos olímpicos de 1972, en la que Mark Spitz consiguió 7 medallas de oro.

Piscina olímpica

Todos los edificios tienen la misma cubierta textil semitransparente.


Zona olímpica con la torre al fondo
La joya de la corona del parque olímpico es el Estadio Olímpico. Se construyó para albergar los juegos olímpicos de 1972 y fue sede de la final del mundial de fútbol de 1974 que ganó 2-1 la Alemania Federal de Gerd Müller a la Holanda de Cruyff.

Entrada al estadio olímpico

Olimpiastadion

Posteriormente el estadio fue sede de los partidos que disputaron como local el FC Bayern Munich y el TSV Munich 1860 hasta la construcción del Allianz Arena en 2005.

Interior del estadio

Nos cobraron 2€ por entrar al estadio. En ese momento estaban retirando las instalaciones de lo que sería un concierto o algún tipo de espectáculo. El Olympiastadion se caracteriza sobretodo por su cubierta textil.
En este momento ya no dispone de césped, por lo que no se pueden disputar allí partidos de fútbol.
Ahora mismo se dedica a albergar conciertos y eventos como el master del DTM, donde montan un circuito de carreras en el interior del estadio.


Estadio olímpico

Vista desde la tribuna
La entrada al estadio se realiza a la altura de la parte más alta de las gradas, estando el terreno de juego mucho más abajo.

Dimos la vuelta por el interior del estadio y salimos al exterior. .


Tribuna

Torre junto al museo BMW
Atravesamos nuevamente el parque y volvimos al metro.

Parada de metro

Ese día hicimos doblete de estadios, ya que nos bajamos en la parada de Fröttamimg para hacer la visita guiada al Allianz Arena.

Allianz Arena

El Allianz Arena se inauguró el 30 de mayo de 2005, y fue una de las sedes principales de la Copa del Mundo de 2006. En este estadio disputan sus particos como local como local el FC Bayern Munich y el TSV Munich 1860. 

Su nombre oficial es Allianz Arena, pero durante la Copa del mundo se pasó a llamar Estadio de la Copa Mundial de la FIFA de Munich, y en las competiciones de la UEFA se llama München Arena.

Tiene una capacidad de 71.000 espectadores, y es conocido en Munich como el Schlauchboot (barca inflable) por su aspecto exterior.

Llama la atención en este aspecto exterior sus 2.874 paneles romboidales metálicos. Cada panel puede iluminarse de manera independiente de color blanco, rojo o azul. 
La intención es iluminar los paneles en cada partido con los colores del respectivo equipo local, o de color blanco cuando juega de local la selección alemana.

Cogimos la entrada combinada, que incluye la visita guiada al estadio en inglés y la visita al museo del Bayern de Munich (Bayern Erlebniswelt). 

Sacamos la entradas a 19€ por cabeza (bastante caras para mi gusto), y esperamos hasta que comenzó nuestro tour por el estadio.

El tour fue guiado en inglés, así que más o menos nos íbamos enterando de todo. Lo primero que visitamos fue la grada principal, con una perspectiva general de todo el campo.
Interior del estadio

Tribuna

A pie de cesped

Vista desde el centro
Bajamos hasta la zona de prensa muy cercana al cesped, y nos explicaron las características principales del estadio.

En ese momento estaban enfocando unas lámparas especiales sobre el césped para suplir la falta de luz solar directa en algunas zonas del campo. Continuamos por el interior del estadio y bajamos al vestuario del Bayern. Allí estaban todas las taquillas personalizadas con el nombre y la foto de cada jugador.

Taquillas del vestuario

Vestuario del Bayern
Justo al lado hay una sala bastante grande que sirve como zona de calentamiento bajo techo. Esta sala es utilizada cuando las condiciones metereológicas son adversas.


Sala de calentamiento
Pasamos por el vestuario del equipo visitante del Munich 1860, y justo al lado nos encontramos con la sala de prensa.

Vestuario visitante

De todos los estadios que hemos visitado, me pareció la sala de prensa más bonita y mejor equipada. Las paredes estaban decoradas con enormes fotos murales del estadio.

Sala de prensa

Zona para la prensa

Sala de prensa

Llegamos a la zona del tunel de vestuarios, y mientras avanzábamos comenzó a sonar por los altavoces la música de la Champions League. 
Eso le daba un aura especial, imitando la sensación que deben sentir los jugadores antes de comenzar un partido de la máxima competición continental. Desgraciadamente la puerta que da acceso al terreno de juego estaba cerrada, por lo que no pudimos pisar el cuidado cesped del Allianz Arena.

Salida de vestuarios

Tunel de vestuarios

Recorrimos un largo pasillo interior y llegamos al vestuario del Munich 1860. Este está bastante más austero que el del Bayern. 
A su lado está el vestuario del equipo visitante del Bayern, y una sala de calentamiento idéntica a la que está cerca del vestuario del Bayern.

Vestuario Miunich 1860

León del Munich 1860

Sala de calentamiento

Salimos al exterior y volvimos a la entrada del museo, con lo que se dio por concluida la visita. Estuvo bien, pero echamos de menos poder bajar a la zona de banquillos.

Continuamos la visita por el museo del Bayern. El equipo bávaro presume de tener el mejor museo de fútbol de Europa, y la verdad es que es muy completo. 

Comienza la visita por los orígenes del Bayern, donde nos muestran multitud de artículos históricos. Allí podemos ver camisetas, botas, balones, entradas, carteles... 

Camisetas históricas

Equipaciones antiguas

Balones

Banderines de equipos europeos

Un submarino amarillo
Tras esta aproximación histórica, comienza la gran exposición de trofeos. A partir de ahí podemos admirar los títulos Alemanes que posee el Bayern, siendo los principales sus 22 ligas, 15 copas y 6 supercopas   Estos se dividen por décadas, mostrando recuerdos y vídeos de cada una de ellas.

Trofeo de la bundesliga

Trofeo de la copa alemana

Trofeos de la bundesliga

Un trofeo Santiago Bernabeu

Siguiendo la visita nos encontramos con los trofeos más preciados: 4 Copas de Europa, 2 Intercontinentales, 1 Recopa y 1 Copa de la UEFA. 
La verdad es que estos trofeos no están en el lugar más preferente del museo, pero es una buena muestra de la supremacía del Bayern en los años 70, donde ganaron 3 Copas de Europa de forma consecutiva. Especialmente recordada fue la que perdió el Atlético de Madrid en aquella final de 1974, que fue igualada con un gol en el último segundo de Schwarzenbeck

Tres copas de europa

Dos intercontinentales y una UEFA

En la zona central tienen expuestas las maquetas de los estadios donde ha jugado el Bayern a lo largo de su historia.

Primer estadio del Bayern

Segundo estadio

Estadio Olímpico

Allianz Arena

Presidiendo todo el museo nos encontramos una exposición temática sobre grandes glorias del Bayern. Entre ellas destaca sobremanera el que es considerado mejor jugador de la historia de Alemania, y uno de los mejores del mundo: el Kaiser Franz Beckenbauer.

Homenaje al Kaiser

Trofeos de Beckenbauer

Detalles de jugadores históricos

En la zona final hay material de los fans del Bayern, así como trofeos menores. Entre ellos destaca un Audi pintado con los colores del equipo. Hay una zona curiosa donde te puedes hacer una foto, que luego aparece en unas pantallas gigantes.

Audi del bayern

Jugadores del Bayern

Javi Martinez entre Schweinsteiger y Ribery

Objetos dedicados al bayern

Llegamos al final del museo, que enlaza con la tienda oficial del club. Compramos algún recuerdo y pusimos rumbo de vuelta al metro.

En ese momento comenzó una odisea que echó por tierra nuestro día en Munich, y que nos hizo añorar el transporte público madrileño.

Llegamos nuevamente a la estación de Fröttamimg, y tras esperar 12 minutos llegó nuestro metro.
Ese tiempo de espera era la media de lo que estábamos esperando esos días en Munich, por lo que nos pareció "normal".
Al llegar a Marienplatz, hicimos el cambio del U-Bahn al S-Bahn.
Vimos mucha gente, pero nos pareció normal, ya que por un único andén pasan las 13 lineas de tren de cercanías.
Pero pasaba el tiempo y no venía ningún tren. Por fin a los 15 minutos nos anuncian que por un problema en una estación han cortado TODA la red de cercanías de Munich.
¿Como es posible que por un problema en una estación cierren la red completa de cercanías?
Como vimos que el retraso iba para muy largo, decidimos buscar una alternativa.
La única posibilidad era ir en metro unas 10 paradas, y desde allí un autobús hacia el hotel.

Tardamos más de 2 horas en llegar al hotel, desde que salimos del Allianz Arena. En ese sentido el transporte público de Munich nos dejó una pobre impresión. Habíamos quedado con la amiga de Andrea para  merendar, pero por culpa del transporte público la merienda se convirtió en cena.

Pronto estuvimos de vuelta al hotel para descansar y comenzar una nueva parte de nuestro viaje.