viernes, 3 de mayo de 2019

ETAPA 2: HAWAII

DÍA 5

Con una gran ilusión recogimos nuestras cosas en el hotel de Nueva York y esperamos en Canal Street a que nos recogiera un VAN que habíamos contratado un par de días antes.

Por primera vez en el viaje preferimos contratar un VAN compartido que nos llevara al aeropuerto JFK. Nos costó 20$ cada uno y nos dejaba en la puerta de la terminal.

La verdad es que fue un gran acierto, porque nos ahorramos arrastrar las maletas durante 1 hora por metro y airtrain. Solo nos costó 10$ más caro que el metro, y la mitad de lo que cuesta un taxi. .

Llegamos a la terminal Z del JFK y facturamos nuestras maletas con destino Honolulu.

Después del gran aperitivo que ha supuesto estos 4 días en Nueva York, comenzaba un viaje que nos llevaría a más de 12.000 km de casa, al remoto archipiélago de Hawai.

¡¡¡¡Nos vamos a Honolulu!!!!

El archipiélago de Hawai esta formado por hasta 18 islas de origen volcánico. Se encuentra situado a más de 3.000 km del continente americano, lo que convierte a Hawai en el archipiélago más aislado de la tierra.

Hawai tiene 5 islas principales. Ordenadas por tamaño serían: Big Island (también llamada simplemente Hawai), Maui, Oahu, Kauai y Molokai.

En este viaje decidimos visitar la isla de Oahu, donde se encuentra la capital Honolulu, y la isla más grande: Big Island.

Hawai se incorporó a Estados Unidos el 21 de agosto de 1959, siendo el último estado en ser admitido. Es el único estado insular y extracontinental del país. Hawai tiene en torno a un millón de residentes permanentes.
Cada una de las islas hawaianas alberga los cuatro biomasas más importantes: desierto, selva tropical, tundra y zonas templadas.

El día 3 de mayo todos los medios de comunicación abrían con la espectacular erupción del volcán Kilauea en Big Island. Aquí os dejo fotos de El Pais

Todas las informaciones desaconsejaban viajar cerca del volcán, ya que se esperaba una fuerte erupción explosiva.

Nosotros mantuvimos el viaje hasta última hora, ya que Hawaian Airlines nos permitía cancelar los vuelos sin coste en cualquier momento,

Poco a poco las noticias iban tranquilizándonos, y a pesar de mirar varias alternativas, pudimos corroborar que no existía ningún peligro para la población, y decidimos continuar con el viaje a Hawai.

Nuestro primer planning incluía 4 días en Oahu y otros 4 en Big Island.

De estos últimos 4 habíamos dividido 2 en Kona y 2 en Hilo.

Por la cercanía del Kilauea, y la posibilidad de que hubiera partículas en suspensión, u otra erupción, decidimos cancelar las 2 noches en Hilo (a unos 20km del cráter), y pasar las 4 noches en Kona (en el otro extremo de la isla).

Embarcamos en nuestro avión de Hawaian Airlines rumbo a Hawai, y nos encontramos con la desagradable experiencia de no poder ir juntos. A pesar de quejarnos, e intentar cambiar el asiento, tuvimos que pasar las 10 horas y media del vuelo separados. Además las películas del módulo de entretenimiento eran todas de pago, por loq ue tuvimos que tirar de lectura y de tablet durante el vuelo.
Como compensación, nos invitaron a una copa de champagne y a unos bombones.

Llegando a Hawai

Llegamos al Aeropuerto Internacional de Honolulú y buscamos el autobús que nos llevara a la agencia de alquiler de coches Dollar.

Aeropuerto de Honolulu

Al contrario que en la mayor parte de aeropuertos europeos, en USA las agencias de alquiler de coches están en unas zonas próximas a los aeropuertos, pero no dentro del parking de los mismos, por lo que las propias agencias de alquiler tienen autobuses para trasladar a los clientes.

Buscamos el autobús que iba a la empresa Dollar, y en unos 10 minutos llegamos a nuestro destino.

En pocos minutos ya estábamos en nuestro flamante Toyota Versa Note dispuestos a recorrer la isla de Oahu.


Nuestro Nissan Versa

Nuestro primer destino era la archiconocida playa de Waikiki, donde teníamos nuestro hotel para las siguientes 4 noches.

El hotel que elegimos fue el Park Shore Waikiki y la verdad es que fue un gran acierto.
Se encuentra situado en el límite sur de la playa, en primera linea y como comprobaremos más adelante, fuera del enorme bullicio de la zona comercial.

Nos sorprendió mucho que uno de los servicios que ofrece el hotel es el de aparcacoches, así que llegamos con todo nuestro equipaje, y un amable empleado del hotel se encargaba de aparcar nuestro coche en el parking y subir nuestras maletas a la habitación. Este servicio era 24 horas, por lo que podías disponer del coche en cualquier momento sin tener que buscar sitio ni entrar o salir del garaje.. Un verdadero lujo. Además el hotel nos cedía de forma gratuita toallas, sillas y sombrillas para la playa.

Nuestra habitación se situaba en el piso 11 y teníamos una terraza con una vista espectacular a la playa.

Waikiki

Piscina del hotel

Nos subieron las maletas y tras descansar unos minutos en la habitación decidimos estrenar Hawaii de la mejor manera posible, con un baño en Waikiki.

Cogimos las toallas de playa en la recepción del hotel y tras cruzar la calle nos dispusimos a bañarnos en una de las playas más famosas del mundo.

La zona en la que estábamos de Waikiki está cerrada por un rompeolas, por lo que nos pudimos bañar en un agua con la temperatura perfecta y absolutamente cristalina.

Desde allí se podían ver los imponentes hoteles que bordean toda la playa y que dan una sensación de estar en una de las playas de Benidorm, pero a 12.000km de distancia.

Disfrutamos del agua y caminamos de vuelta al hotel para descansar.

Ya de noche decidimos ir a explorar un poco Waikiki.

Waikiki es un distrito dentro de Honolulu que ha crecido enormemente rodeando la playa.
Frente a nuestro hotel, en su extremo oriental, se encuentra el Kapiʻolani Park, que es el primer parque público hawaiano. Ahí se encuentran el zoológico y el acuario, y cuenta con zonas de recreo, escenarios al aire libre y áreas deportivas.

Waikiki
La mayoría de edificios de Waikiki que están cerca de la playa son enormes hoteles o apartamentos turísticos.


Waikiki
Comenzamos el recorrido por Waikiki bordeando la playa, y lo primero que vimos fue la famosa escultura de Duke Kahanamoku que se considera el inventor del surf moderno.
Duke, que fue 3 veces campeón olímpico de natación, fue el primero en utilizar tablas de surf similares a las actuales.
Su estatua en el paseo de Waikiki siempre tiene en sus brazos los famosos collares de flores lei hawaianas.

Es tan grande la afición al surf, que podemos encontrar calles con tablas de surf como decoración, o el mismo burguer king con tablas de surf en la puerta.
Duke Kahanamoku
Calle con tablas de surf
Entrada del burguer

Cerca de las estatua vemos el famoso árbol Banyan, que tiene carácter sagrado, y que se caracteriza por sus ramas que se enraízan y se convierten en nuevos troncos.
Árbol Banyan
Árbol Banyan

Unos metros más adelante en la Kalakaua Avenue comienza el International Market Place.
Este es un enorme centro comercial al aire libre con multitud de tiendas repartidas en diferentes niveles.
La mayoría de estas tiendas eran de lujo, no faltando firmas como Prada, Gucci, Tiffany's, Luis Vuitton...
En medio de la zona que visitamos había un árbol Banyan, lo que le daba al centro comercial una imagen impactante.

Centro comercial

Tienda de Jordan
Concesionario Tesla
Estatua

Llegamos hasta el final del animado paseo, donde nos cruzamos con multitud de japoneses que se iban a dejar allí todos sus ahorros.
Nos sorprendió muchos ese paseo, ya que no nos esperábamos que Waikiki fuera un centro comercial gigante de gran lujo.

Esa zona formaba parte del Royal Hawaian Center, que es el quinto centro comercial más grande en superficie de Estados Unidos.

Encontramos en una de los múltiples accesos al centro comercial Royal Hawaian Center una zona donde confluían varios restaurantes. Cenamos en Ezogiku, que es un típico restaurante japones a muy buen precio y con comida muy buena.

El día había sido muy largo y otra vez andábamos a vueltas con el jet lag, ya que en Hawai son  6 horas menos que en Nueva York. Así que decidimos volver al hotel a descansar.

DÍA 6

Gracias al nuevo jet lag, amanecimos bastante pronto en este primer día completo de visitas en Hawai.

Bajé a por unos cafés al starbucks que había justo debajo del hotel y desayunamos en nuestra terraza con las impresionantes vistas de Waikiki.

En mitad del desayuno apareció un colorido arco iris que nos dio los buenos días y la bienvenida oficial a Hawai. Empezábamos a ver porque a Hawai se le conocía como el Rainbow State o estado del arco iris.


Nuestro desayuno
Vistas desde la habitación

Nuestra primera excursión del día consistía en la subida al volcán Diamond Head.

Este volcán se encuentra pegado a Honolulú y se eleva 232 metros sobre el nivel del mar.

El nombre en inglés se lo pusieron los marineros británicos durante el siglo XIX, que confundieron los cristales de calcita incrustados en la roca con diamantes.

Se puede llegar andando desde Waikiki tras una larga caminata, o se puede llegar hasta el mismo cráter en coche y aparcar allí.

Desde el cráter sale un sendero que nos lleva a la cima del volcán.


Túnel de acceso

Venta de piñas

Diamond Head

Centro de visitantes

Visitor center
Nosotros optamos por la segunda opción.

Tras unos 10 minutos de trayecto en coche, llegamos al parking del volcán. A esas horas tempranas ya estaba lleno, por lo que esperamos 5 minutos a que se quedara una plaza libre.
Pagamos 5$  por aparcar y nos preparamos para la subida.

Es muy recomendable llevar agua o comprarla en una de las maquinas expendedoras que hay en el centro de visitantes.

Nosotros aprovechamos para gastar parte de la mucha calderilla que teníamos, y compramos un par de botellas de agua.

También hay un puesto ambulante que vende piñas para el camino, por si se necesita un aporte de energía durante la subida.

Señal indicando el camino

La primera parte del sendero es bastante sencilla, pero se va complicando poco a poco.

Al principio el camino está asfaltado y la pendiente no es muy grande. Poco a poco el asfalto deja paso a la tierra y el sendero sube haciendo zig zag por la montaña.

Tras unos 15 minutos de subida, llegamos a unas escaleras que nos subirían recto a la cumbre, pero preferimos tomar como alternativa un sendero que bordea las escaleras. A lo largo del sendero hay varios miradores de la costa y del cráter del volcán.
Después llegamos a unas escaleras más cortas que desembocan en un túnel poco iluminado.

Subimos un último tramo y por fin estábamos en la cumbre del Diamond Head.
Tardamos algo más de 40 minutos en subir desde el parking.


Trail del Diamond Head

Diamond Head

Diamond Head

Diamond Head

Mirador del Diamond Head

Diamond Head

Vista del parking del Diamond Head
Escaleras de acceso a la cumbre del Diamond Head
Escaleras del Diamond Head

Túnel del Diamond Head

Camino a la cima del Diamond Head

En la cima había bastante gente disfrutando de la vista, ya que teníamos una visión privilegiada de Honolulu y del Pacífico a nuestros pies.

Aprovechamos para hacer una buena sesión de fotos y a disfrutar de la vista de Waikiki desde allí.

Curiosamente en la cima encontramos una familia española de Pamplona. Fueron los únicos españoles que vimos en Oahu,
Estuvimos un rato hablando con ellos y dimos un breve rodeo por la cumbre.

Desde allí se aprecia perfectamente que el centro de visitantes está en el mismo centro del cráter del volcán.

Cima del Diamond Head

Mirador de la cima del Diamond Head

Waikiki desde el Diamond Head

Nuestro hotel desde el Diamond Head

El océano Pacífico desde el Diamond Head

Faro desde el Diamond Head

Centro de visitantes del Diamond Head

Bajamos de la cima y pasamos junto a unas construcciones militares que vigilaban la costa Hawaiana y que parecía que se podían venir abajo en cualquier momento.

Antigua construcción militar

Barrio de Honolulu

El calor apretaba, y eso unido a la altísima humedad, hizo que agradeciéramos mucho llevar nuestras botellas de agua.

En unos 30 minutos llegamos a nuestro coche y emprendimos camino hacia el este. Nuestro destino es la zona llamada Valle de los Templos.

Tardamos algo más de 30 minutos en recorrer los 30 km que nos separaban de allí, y a pesar de que  google maps nos llevó al principio a una zona diferente, a la segunda conseguimos llegar a nuestro destino.


Montañas de Oahu

Es un lugar muy peculiar, ya que se trata de un enorme cementerio budista, y cristiano.

En medio del cementerio y con una enorme montaña detrás nos encontramos el templo Byodo-In.


Acceso al templo

El templo japonés Byodo-In, conocido también como el templo de la igualdad, fue construido en el año 1.968 como homenaje a los cientos de japoneses que llegaron a Hawaii como inmigrantes y que ayudaron a construir el porvenir de la isla.

Este templo es una réplica de un templo con el mismo nombre que tiene 900 años de antigüedad y que se sitúa en Uji dentro de la prefectura de Kyoto.
Este templo es algo realmente curioso de encontrárnoslo en Hawai, y lo hemos podido ver en el cine en Pearl Harbour o en las series Hawai 5.0. y Perdidos.
Pagamos 3$ cada uno por la entrada y nos trasladamos de inmediato a Japón.

Lo primero que hay que hacer es cruzar un bonito puente sobre un río para llegar frente al estanque que rodea al templo.
En el estanque había muchas carpas y patos conviviendo en perfecta armonía.
Puente de acceso


Templo Byodo-In

Templo Byodo-In

Templo Byodo-In

Campana del Templo Byodo-In

Cisne negro

Estanque del templo

Árbol Banyan

Templo Byodo-In

Jardines del templo

Buda

Jardín japones

Jardín con gato acostado

Jardín japonés

Templo Byodo-In

Cementerio
El conjunto del estanque, el templo y las enormes montañas, configura un paisaje espectacular.

Ahí conocimos a una familia mejicana que nos ayudó a hacernos una de las fotos más bonitas del viaje.

Bordeamos el estanque para entrar dentro y ver el magnífico buda de 5,5 metros de altura.

Buda

La verdad que fue una de las visitas imprescindibles de Oahu, ya que nos traslada a Japón dentro de un entorno espectacular.

Después del madrugón y del esfuerzo físico del Diamond Head, ya estábamos hambrientos, por lo que buscamos justo e la salida del Valle de los Templos un sitio para comer.

Allí nos encontramos el centro comercial Ko`olau Center, donde había varios sitios para comer. Elegimos uno de comida hawaiana, y la verdad es que fue una buena elección.

Centro comercial Ko`olau Center

Montañas de Oahu

Continuamos nuestro camino por la costa este de Oahu, disfrutando de las montañas y del frondoso paisaje.

En 15 minutos recorrimos los 12 km que nos separaban de nuestra siguiente parada: el Rancho Kualoa.
Carretera de Oahu
El Rancho Kualoa es un enorme espacio de 1600 hectáreas famoso por ser localización del rodaje de multitud de películas y series. Entre las producciones que se han rodado allí, destacan  Karate Kid, Jurassic Park,  George de la jungla, Jumanji, Godzilla, Pearl Harbor, Windtalkers, Cincuenta primeras citas, Tú, yo y Dupree, Kong y la isla Calavera, Jurassic World, y las series Magnum PI, Perdidos y Hawai 5.0
Kualoa Ranch

Kualoa Ranch

Existen varios tours disponibles dentro del rancho.

Nosotros elegimos el Movie Tour, que es un tour en autobús que nos llevaría por los escenarios donde se rodaron las películas más famosas del rancho.

Movie Sites Tour
Dinosaurio

Nos costó 45$ a cada uno, y teníamos que reservarlo con bastante antelación. Nuestro tour empezaba a las 15:30h.

Unos minutos antes ya estábamos esperando en un pequeño cobertizo, onde estaban proyectando escenas de películas que se habían rodado en el rancho.

Con puntualidad británica acudió nuestra guía a buscarnos.
Subimos junto a otras 15 personas a un antiguo autobús escolar pintado de verde, sin ventanas.

Sorprendentemente el autobús arrancó a la primera y nuestra guía, además de guía, era la conductora.

La conductora-guía iba explicando las localizaciones por las que pasábamos con un micrófono mientras conducía el bus.

Nos llevó por una zona de cultivos, donde había unas pequeñas casas ocupadas por agricultores contratados por el rancho.

En el autobús
Poco después subimos a la zona más elevada del rancho, donde se encuentra el búnker de la 2ª Guerra Mundial llamado Battery Cooper.
Este búnker construido en 1.943, sirvió como defensa de las costas de Oahu durante la 2ª Guerra Mundial.
Actualmente es un museo del cine, donde podemos ver objetos de rodajes que se han realizado en el rancho.
A mi me gusto especialmente la exposición de Jurassic World y de Perdidos.
De Jurassic World, vimos entre otras cosas un camión que se usó en la película y un tyranosaurius animatronic. De perdidos destaca la maqueta del submarino de la serie y el ordenador en el que introducían los números para salvar el mundo.

El recorrido por el búnker lo hicimos andando, y de esta forma también pudimos disfrutar de la espectacular vista de la costa de Oahu que se podía ver desde esa altura.


Búnquer

Battery Cooper

Battery Cooper durante la II Guerra Mundial

Set de rodaje de Hawai 5.0

Set de rodaje de Hawai 5.0

Set de rodaje de Hawai 5.0

Interior del Búnquer

Godzilla

Huevo de Godzilla

Rodaje Jurassic World
Submarino de Perdidos

Rodaje de perdidos

Productos Darma de Perdidos

Maquinaria de la iniciativa Darma para perforar la estación El Cisne

Protagonistas de Perdidos

Ordenador de Perdidos

Rodaje de Jurassic Park

La Girosphere de Jurassic World

Nuestros amigos los dinosaurios

Dinosaurio animatronic

Kong y la Isla Calavera

Jumanji

50 Primeras citas

George de la jungla

Mike & Dave buscan rollo serio

Huesos

Interior del Búnker
Pearl Harbour

Camión de Jurassic World

Salida del bunker

Vista del Pacífico

Nuestro autobús

Set de rodaje de Pearl harbour

Escultura del rancho

De vuelta al bus, llegamos a una zona denominada Jurassic Valley.

Ahí se concentran el mayor número de localizaciones de rodajes del rancho.

Jurassic Valley

Jurassic Valley

Jurassic Valley

Jurassic Valley

Jurassic Valley

Jurassic Valley

Fotograma de Jurassic World en Jurassic Valley

Set de rodaje de documental de National Geographic

Set de rodaje de documental de National Geographic

Jurassic Valley

Fotograma de Perdidos en Jurassic Valley

Campo de golf de Perdidos

Zona agrícola

Set de rodaje de Windtalkers

Valle del jurásico
Allí está la colina desde la que unos niños ven pasar los aviones japoneses en Pearl Harbour, y la subida a la montaña de Jumanji 2.

Fotograma de Jumanji 2 en el Valle del jurásico

Avanzamos un poco y nos encontramos con la enorme huella de Godzilla.

Huella de Gozilla

Huella de Gozilla

Set de rodaje

Set de rodaje de Mike & Dave

Set de rodaje de Tu, Yo y Dupree
Valle del jurásico

Set de rodaje de 50 primeras citas

Pero la estrella de localizaciones es el árbol caído donde se refugian el doctor Grant y los niños de los Gallimimus en Jurassic Park.

Fotograma de Jurassic Park y Jurassic World

En esa zona hicimos una nueva parada para hacernos fotos por turnos en ese emblemático lugar.

Curiosamente en ese momento comenzó a caer un diluvio que dio paso al sol nuevamente en escasos 5 minutos. El problema es que al no tener ventanas el bus, acabamos algo mojados.

Tronco de Jurassic Park

Tronco de Jurassic Park

Jurassic Valley

Continuamos el camino hasta una nueva parada en lo que parece un cementerio de elefantes, pero que en realizad es el decorado de Kong y la isla Calavera. En esa zona nos hicimos unas cuantas fotos y volvimos al bus.

De camino vimos las dos palmeras gemelas que salen en varias películas, entre ellas Pearl harbour

Localización de Kong y isla Calavera

Localización de Kong y isla Calavera

Localización de Kong y la isla Calavera

Fotograma de Kong y la isla Calavera

Palmeras gemelas

Palmeras gemelas

Palmeras gemelas

Recorrimos unas zonas de cultivos tropicales y de pequeño ganado. Allí había antiguas construcciones de los indígenas de Oahu.

Antiguas viviendas

Set de rodaje de Viaje al centro de la tierra 2

Vista general del rancho

Vista general del rancho y el mar

Vista general del rancho y el mar

habitante del rancho

El recorrido finalizó nuevamente en el centro de visitantes del rancho.

Nos encantó la excursión. Descubrimos paisajes espectaculares y nos hicimos fotos en localizaciones de alguna de nuestras series y películas favoritas. ¿¿¿Que más se puede pedir???

Autobuses del rancho

De vuelta al rancho, nos pusimos los bañadores para ir a darnos un reconfortante baño a una de las playas cercanas.

Vista del Pacífico

Nuestra idea principal era bañarnos en las playas de Kailua. Esa zona es famosa porque es donde tiene su residencia de verano Barack Obama, pero nos encontramos con que todas las calles de acceso a la playa eran calles privadas.

Por lo que no pudimos dejar el coche en ningún sitio cercano a la playa, y decidimos seguir un poco hacia el sur.

Nuestra elección fue una de las playas TOP de Oahu, la playa de Lanikai.

Lanikai es una pequeña playa de 800 metros que está considerada una de las mejores playas del mundo. Ha ganado en varias ocasiones el concurso a la mejor playa de USA, y la verdad es que hace honor a su fama.
Aparcamos el coche en una zona de casas de bastante poder adquisitivo, aunque algo más humildes que las de Kailua, y atravesamos un pequeño pasillo de arena para llegar a la playa.
A esa hora había muy pocos bañistas, lo que nos sorprendió bastante en una playa tan famosa.
Días después nos dimos cuenta que era lago habitual en las playas de Oahu, ya que los turistas en su mayoría japoneses no van a las playas a bañarse. Simplemente llegan en autobús, les bajan a la playa se hacen 4 fotos y vuelven al autobús.

Entre yo primero en sus aguas cristalinas, y estuve probando un poco el equipo de snorkel que habíamos llevado a Hawai.

Unos minutos después levanto la vista a la arena y veo que está solo Elena allí sentada. El motivo es que estaba cayendo un nuevo diluvio, pero al estar en el agua no me había enterado. Así que salí del agua, recogimos las mantas de Hawaian Airlines que nos servían de esterilla, y las toallas del hotel, para volver corriendo al coche.
Fue una pena tener que irnos de esa espectacular playa, pero prometimos volver.

En el camino de vuelta a Waikiki nos cayo otra buena tromba de agua, por lo que fuimos directos al hotel, sin parar en alguno de los miradores de la zona.

Llegando al hotel comprobamos alucinados que el sol lucía con todo su esplendor en Waikiki.
Unos 10 kilómetros hacia el interior estaba diluviando, y en Waikiki hacía un precioso día de playa. Es increíble el microclima de cada zona, y ya entendemos porque la mayoría de hoteles están en Waikiki.
Viendo la situación, decidimos darnos un rápido baño en la playa y subimos a descansar.

Tras el descanso fuimos a cenar a un restaurante mexicano en Kalakua Avenue.

Tras la cena dimos un pequeño paseo y nos recogimos en el hotel para descansar de lo que había sido un magnífico día en Hawai.

DÍA 7

Llegaba un día muy esperado en Hawai.
Nos levantamos pronto gracias al jet lag, y repetimos nuestro desayuno del día anterior.

Recogimos nuestro coche y pusimos rumbo a Pearl Harbour.

Teníamos previsto pasar la mañana visitando el famoso puerto que fue atacado por la Armada Imperial japonesa el 7 de diciembre de 1.941, y que supuso la entrada de Estados Unidos en la II Guerra Mundial.

Recorrimos los 20km que nos separan del puerto y aparcamos en uno de los enormes parkings que hay junto al centro de visitantes.

Parking

Pearl Harbour

Teníamos reservada la visita al memorial del USS Arizona a las 14:45h, por lo que habíamos previsto visitar antes los museos y el USS Missouri.

Pero nuestra sorpresa fue que al llegar estaban repartiendo pases para el memorial del Arizona a las 9:30h, así que cambiamos nuestros planes y esperamos unos 15 minutos para entrar en la zona donde comienza la visita.

La visita es gratuita, pero está bastante limitada diariamente a un número máximo de personas, por lo que es conveniente reservar.

Mientras esperábamos vimos varias exposiciones que tienen junto al centro de visitantes. Allí está el ancla recuperado del USS Arizona, varias listas con nombres de los caídos durante el ataque japonés y muchos paneles explicativos.

Pearl Harbour

Pearl Harbour

Ancla del Arizona

Pearl Harbour

Pearl Harbour

Pearl Harbour

Pearl Harbour

Antes de que llegara la hora tuvimos que refugiarnos de una de esas tormentas hawaianas de 5 minutos.

Por fin llegó la hora y nos reunieron a todos los visitantes en una zona donde podemos ver pantallas con información sobre la visita, y un Marshall nos explica todo lo que vamos a ver y como hay que comportarse. Acto seguido entramos en un cine, donde nos proyectan una película de unos 20 minutos sobre el ataque japonés del 7 de diciembre de 1.941.


Curiosamente en el numeroso grupo de visitantes no había ninguno proveniente del país del sol naciente. Algo raro en una isla como Oahu que está absolutamente llena de japoneses.


Tras el vídeo llegaba el plato fuerte, que consistía en un paseo en barco hasta el lugar donde se encuentra hundido el acorazado USS Arizona.


Barco en Pearl Harbour

Poco antes de las 08:00h del 7 de diciembre de 1.941, aviones japoneses de la Sexta Flota atacaron la flota del Pacífico que estaba fondeada en Pearl Harbor, dos oleadas seguidas causaron devastación en la línea de batalla y en las instalaciones militares de defensa de Pearl Harbor.

Una bomba lanzada a gran altura provocó la explosión que destruyó el Arizona, y lo hundió a un costado de la isla Ford. Ello causó un total de 1.177 bajas, de los 1.400 miembros de la tripulación, más de la mitad de las bajas sufridas ese día por la Flota del Pacífico. Muchas de estas víctimas nunca fueron recuperadas por expreso deseo de las familias, por lo que hoy en día aun permanecen dentro del pecio en Pearl Harbour.

Nos dirigieron a unos barcos guiados por militares para acercarnos a la zona del memorial.

Desgraciadamente no permitían desembarcar en el memorial durante esos días, ya que se habían encontrado fisuras en la estructura y estaba en proceso de reparación, por lo que nos limitamos a observarlo desde el barco. Desde allí pudimos ver la base de una torreta que emerge por encima del agua y la enorme silueta del pecio.

El trayecto en barco dura unos 20 minutos, y aunque fue una pena no poder desembarcar, es bastante sobrecogedor ver el enorme barco hundido bajo nosotros.

Junto al memorial del Arizona hay  unas estructuras que recuerdan la situación donde se encontraban los demás barcos hundidos o dañados durante el ataque.
Entre ellos destacan los acorazados USS Oklahoma, (429 muertos), USS West Virginia (106 muertos), UUS California (100 muertos) y USS Nevada (60 muertos).
Además se hundieron o dañaron seriamente 3 acorazados más, 3 cruceros y 3 destructores.

USS Missuri

Memorial del USS Arizona

Memorial del USS Arizona

Vista aerea del memorial del Arizona

USS Missouri

Barcos del ejercito de USA

Unos 75 minutos después de iniciar la visita, ya estábamos de vuelta en el puerto. Una vez allí continuamos por las restantes zonas a visitar.

Esta vez había que pasar por caja, ya que se podía elegir entre diferentes modalidades de visita.
Existe un pasaporte de Pearl Harbour que permite visitar todo lo visitable por 72$ por persona. pero en ese pasaporte había ciertos sitios donde no íbamos a ir, como el submarino Bowfin.
Nosotros decidimos comprar el ticket que permitía visitar el acorazado USS Missouri y el Museo de la Aviación del Pacífico por 50$.

Dentro del propio centro de visitantes está la parada del autobús lanzadera, que cruza el puente Clarey para llegar a la isla Ford.

Recorrimos los 400 metros del puente y nos bajamos en la primera parada frente al imponente acorazado Missouri.

Este barco de guerra de 270 metros de eslora es mundialmente famoso por ser el lugar en el que se firmó la rendición del Imperio del Japón que puso fin a la Segunda Guerra Mundial.

El Missouri combatió en las batallas de Iwo Jima y Okinawa de la II Guerra Mundial y bombardeó el archipiélago japonés. También intervino en la Guerra de Corea , antes de ser dado de baja en 1955 de la armada norteamericana y puesto en la reserva.

Fue reactivado y modernizado en 1984 como parte del plan de 600 barcos de la armada estadounidense, y proveyó soporte durante la Operación Tormenta del Desierto entre enero y febrero de 1991.
Cuerteñ general de Pearl Harbour
Almirante Chester Nimitz


Actualmente se encuentra fondeado como museo en las aguas de Pearl Harbour.

Cruzamos la entrada y lo primero que nos encontramos fue una estatua de tamaño real del famoso beso de Times Square entre un soldado y una enfermera que simboliza el fin de la II Guerra Mundial.


Beso de Times Square
Beso de Times Square

Tras pasar un control de seguridad accedimos a la cubierta del acorazado.

Acceso al Missouri

Acceso al Missouri

USS Missouri

Puente del Missouri

Subimos a la cubierta, y pudimos ver de cerca sus espectaculares 9 cañones de 406 mm y 20 metros de largo.
Tras una breve sesión de fotos, nos dimos cuenta que iba a comenzar una de las visitas guiadas gratuitas por el barco, así que nos unimos a ella.
En la visita un oficial jubilado nos iba a contar todas las curiosidades y detalles de esta espectacular nave.
Cañones del Missouri

Cañones del Missouri

Obus

Cadena del ancla
Nos llamó poderosamente la atención que el suelo de la cubierta sea de madera, ya que eso le da una sensación de fragilidad.
El guía nos explicó que era de madera para evitar que los soldados se resbalasen cuando estuviera cubierto de agua. Además esa madera es solo el recubrimiento del blindaje que podría soportar impactos de proyectiles de más de 400 mm.

Cubierta del Missouri

Abandonamos la zona de proa y en uno de los laterales del puente, podemos ver una placa en el suelo que recuerda el lugar exacto en el que, el día 2 de septiembre de 1.945 se encontraba la mesa sobre la que se realiza la firma de la rendición formal por parte de Japón a las Fuerzas Aliadas en la Segunda Guerra Mundial.

Junto a la placa podemos ver en una vitrina los documentos originales de la rendición japonesa.

Cubierta del Missouri

Lugar donde se encontraba la mesa

Foto de la rendición

Cubierta del Missouri

Documentos de la rendición de Japón

Como curiosidad, en esa zona tenían instalada una canasta de los Harlem Globbertrotters, que habían visitado la zona unas semanas antes.

Canasta de los Harlem Globbertroters

Una vez concluido el tour por la cubierta, decidimos conocer el interior del barco.

Recorrimos las cocinas, los comedores, las estancias de los oficiales y de los soldados, las salas del radar...

Interior del Missouri

Menú del barco

Sala de máquinas
Literas

La guerra que cambió el mundo

Parte del comedor

Sala de formación
Literas

Zona de máquinas

Oficina de correos

Comedor

La verdad es que fue una visita muy interesante y muy recomendable.

Salimos del Missouri y aprovechamos un food truck para reponer fuerzas antes de coger de nuevo el autobús lanzadera que nos llevaría al Museo de la Aviación del Pacífico.

Este museo ocupa dos hangares del antiguo aeródromo de la Isla Ford.

El primero de ellos es el principal, donde además de una enorme tienda, podemos ver una explicación del ataque japonés y alguno de los aviones que participaron.

Entre ellos destaca un zero japonés y un par de bombarderos estadounidenses. Está muy bien ilustrado pero se queda algo pequeño.

Logo de la Pan-Am

Águilas

Hawai

Zero

Avión

Avión

Avión

Avión

Salimos de este hangar y recorrimos unos 200 metros junto a la pista de aterrizaje de la famosa la película Pearl Harbour, para llegar al segundo hangar.

Flor del Pacífico

Torre de control

Entrada al hangar

Allí en la zona exterior hay otra selección de aviones de diferentes épocas, entre las que destaca un f.-16 y un f-18. en el interior del hangar podemos ver una pequeña colección de aviones restaurados y un enorme taller de restauración de aviones en el que estaban trabajando un par de operarios.

Caza

Helicóptero

Caza

Aviones

Avión en restauración

Avión

La verdad es que el museo es pequeño, a mi personalmente me gustó más el del Intrepid, pero para un amante de la historia, poder andar por las pistas de Pearl Harbour y ver su colección, es algo imprescindible.

De vuelta al autobús lanzadera, cruzamos de nuevo el puente Clarey y llegamos a la zona del centro de visitantes.

Una vez concluida la visita a Pearl harbour, cogimos el coche para abandonarnos al consumismo.

Tardamos unos 10 minutos en llegar al parking del Aloha Stadium. Allí se monta cada miércoles, sábado y domingo, un enorme mercadillo que vende todos los productos típicos hawaianos a muy buen precio.
Pagamos 1$ por persona para entrar y recorrimos las tiendas de este enorme mercadillo. Los puestos daban la vuelta entera al estadio y tenían ofertas muy buenas como 5 camisetas a 20$ o camisas hawaianas a 10$.
Como allí donde fueras haz lo que vieras, compramos camisas y vestidos hawaianos que luego utilizamos durante toda nuestra estancia en el archipiélago.

Puestos del mercadillo

Aloha Stadium

Dimos literalmente la vuelta al campo y nos abastecimos de pendientes, imanes, y demás souvenirs que en Waikiki costaban más del doble. Como ya era hora de comer y estaban empezando a retirar los puestos decidimos acercarnos a la zona del estadio donde había un puesto de comida.

Comimos un plato típico hawaiano que se llama "loco moco" y que es una hamburguesa sin pan y con una salsa muy rica.

Loco moco

Ya que estábamos en los aledaños del Aloha Stadium, decidimos intentar entrar, ya que oíamos que había un evento en su interior. Encontramos una puerta abierta que daba a unas escaleras oscuras. Viendo que por ahí no había entrada, pensamos que la mejor opción era saltar una pequeña valla para llegar a la zona de gradería abierta al público. Así que efectivamente nos "medio colamos" dentro del estadio.

La casa de los Rainbow warriors

El Aloha Stadium tiene capacidad para 50.000 espectadores y es la sede del equipo de los Hawaii Rainbow Warriors de la Universidad de Hawái.

Asimismo, alberga desde 1.980 el Pro Bowl de la NFL, que es el equivalente al All Star en la NBA.
En ese momento en el césped estaban unos escolares disputando pequeños partidos de fútbol americano ante un animado público.

Aloha Stadium

Aloha Stadium

Aloha Stadium

Salimos del estadio y nos costó un poco localizar el coche, ya que la zona de parking es muy similar.

Cuando por fin lo encontramos, pusimos rumbo a continuar nuestra fiebre consumista en el Waikele Premium Outlet. Tardamos unos 15 minutos en llegar al outlet y allí pudimos comprar nuestras primeras gangas en Guess, Levis, CK, Tommy...

Tampoco pudimos comprar todo lo que queríamos porque el espacio del que disponíamos en las maletas era limitado, y aun nos quedaban varios días para volver al continente.

Con la tarjeta de crédito echando humo decidimos volver a Waikiki.

Nos dimos un baño en la playa de Waikiki y descansamos en el hotel.

Ese día cenamos en un dinner al lado del hotel.

Por fin decidimos irnos a descansar después de este intenso día.

DÍA 8

Después de varios días de visitas, este día íbamos a dedicarlo exclusivamente a conocer las espectaculares playas de Oahu.

Park Shore Waikiki

Waikiki

Para ello íbamos a recorrer la parte norte de la isla, el conocido como North Shore.

La primera playa que visitamos fue la de Mokuleia. La playa está en la punta noroeste de la isla, a 59 km de Waikiki.

Esta playa es una de las más famosas para los seguidores de la serie Perdidos.
Fue aquí donde se construyó el set de rodaje del accidente de avión que dio comienzo a toda la trama de la serie.
La playa es rocosa, por lo que no nos bañamos, únicamente disfrutamos de su bonito paisaje y de estar en una de las ubicaciones de una serie que nos enganchó durante años.
Curiosamente estábamos absolutamente solos en la playa, por lo que aprovechamos para hacer unas fotos y seguir conociendo playas.

Playa de Perdidos

Playa de Perdidos

Playa de Perdidos

Fotograma del accidente aéreo de Perdidos

La siguiente parada fue Laniakea Beach a unos 17 km de distancia. Esta playa es la principal del norte de la isla, para ver tortugas. A partir del pueblo de Haleiwa empieza realmente el North Shore. Desde allí una carretera recorre todas las playas del norte de la isla.

Aparcamos en el borde de la transitada carretera y cruzamos para llegar a la playa.

Laniakea Beach

Laniakea Beach

Tortuga

Tortuga

Laniakea Beach

Esta playa tenía mucha más afluencia de gente, que aumentaba cada vez que llegaba un autocar lleno de japoneses.

Los japoneses llegaban, se hacían 4 fotos y se volvían al autocar. Nos bañamos y justo pudimos ver porque esta playa es tan famosa. A escasos centímetros de nosotros empezaron a pasar enormes tortugas verdes que tenían esa playa como su hábitat natural.

Para no entorpecer su vida había unos comités de defensa de las tortugas que pegaban unas voces tremendas al que se acercara más de la cuenta a los galápagos. Realmente eran 4 o 5 jubilados que se dedicaban a echar broncas a turistas que se acerquen a menos de 2 metros de una tortuga.

Nos bañamos un buen rato y pudimos ver varias tortugas cerca nuestro. Es una pasada bañarnos en un agua tan transparente, y encima compartir baño con animales tan espectaculares.

Como ese día habíamos madrugado menos, ya casi era la hora de comer, así que decidimos coger el coche y buscar un sitio para comer en Haleiwa.

Parada de autobús

Haleiwa

Haleiwa

Haleiwa

Haleiwa es un pequeño pueblo dedicado a los negocios relacionados con el surf y a la pesca.
Allí encontramos un restaurante de comida hawaiana con unos platos enormes y ricos a precios muy buenos.

Haleiwa

Tras la típica tormenta hawaiana, que afortunadamente nos pilló dentro del restaurante, caminamos de vuelta al coche y aprovechamos para probar el famosos shave ice, que no es más que hielo picado un un sirope de sabores.
Shave Ice

De vuelta al coche recorrimos nuevamente la carretera de la costa pasando nuevamente por Laniakea Beach. En ese momento había un poco de atasco en la zona porque la gente paraba para ver las playas y aparcar en sus miniparkings junto a la carretera.
Pasamos por Suntet Beach, que es una playa de surfistas donde se puede ver una magnífica puesta de sol, y llegamos a nuestro siguiente destino que era Shark´s Cove.
Esta pequeña playa está formada por rocas de origen coralino de poco más de un metro de altura, entre las que viven una gran variedad de fauna marina. Por tanto esta playa es una de las más codiciadas para la práctica del snorkel.

Nosotros nunca habíamos practicado snorkel, pero decidimos comprar unas gafas y unos tubos en Madrid para iniciarnos en Hawai.
Así que llegó el momento de lanzarnos entre las rocas y contemplar las maravillas que pueblan esa zona del pacífico.

Shark´s Cove

Shark´s Cove

Shark´s Cove

Shark´s Cove

Shark´s Cove

Shark´s Cove

Entramos con un poco de precaución por no saber muy bien como nos íbamos a adaptar a respirar bajo el agua, pero en dos minutos eramos unos verdaderos profesionales entre los corales de Shark´s Cove.

Pasamos media tarde sumergidos viendo pasar peces de todo tipo y color. Cuando nos quisimos dar cuenta eran casi las 6 de la tarde. Acabábamos de descubrir un nuevo hobbie, que nos llevará a buscar por las islas playas donde practicar el snorkel.

Para terminar el día decidimos ir a una de las playas más al norte de Oahu, la Turtle Bay Beach.

Al llegar nos encontramos con que se trataba de un resort de lujo, que tenía una bonita playa, donde en algún momento debieron anidar tortugas. La playa estaba bien, pero ni mucho menos como las anteriores, además la tormenta hawaiana que nos perseguía, volvió a descargar con fuerza, lo que puso punto y final a nuestro día de playa.

Turtle Bay Beach

Turtle Bay Beach

Turtle Bay Beach

La verdad es que de las 4 playas que visitamos ese día, yo me quedo con Lainakai, aunque nuestro bautizo de snorkel en Shark´s Cove fue algo inolvidable.

De vuelta al clima soleado de Waikiki, decidimos descansar un rato en el hotel.

Tras el descanso cogimos el coche para visitar la zona centro de Honolulú. Curiosamente, a diferencia de Waikiki, esa zona estaba absolutamente desierta y oscura. Además nada más salir del coche empezó otra tormenta tropical hawaiana. Nos refugiamos en un edificio cercano, y en menos de 5 minutos dejó de llover. Estábamos ya empezando a acostumbrarnos a estas mini tormentas.

Paseamos frente al Palacio Iolani, que es el único palacio real que se ha utilizado como residencia oficial por un monarca reinante en los Estados Unidos.
Frente al palacio hay un bonito jardín, que en ese momento estaba muy solitario.

Palacio Iolani

Frente al palacio vemos el Aliʻiōlani Hale, que es un edificio utilizado hoy como sede del Tribunal Supremo Estatal de Hawái. Anteriormente fue la sede del gobierno del Reino de Hawái y de la República de Hawái.
Actualmente está muy de moda porque lo usan imagen de la Base de Operaciones de las Fuerzas Especiales de la serie Hawai 5.0.

Aliʻiōlani Hale

Frente al edificio hay una estatua monumental del rey Kamahamea I que unificó las islas de Hawai y creo el reino de Hawai en 1.810.
El rey Kamahamea

Camino de vuelta al coche vimos la Aloha Tower que fue con sus 68 metros de altura el edificio más alto del archipiélago durando 4 décadas. Se construyó como estructura más representativa de la isla para los nuevos visitantes.

Aloha Tower

Intentamos buscar algo para cenar por la zona pero fue imposible, ya que estaba todo cerrado y desértico, por lo que decidimos volver a Waikiki.

Cenamos en una calle paralela a Kalakua Avenue y tras un breve paseo nos fuimos a descansar de este playero día.

DÍA 9

Últimamente ya no madrugábamos tanto, por fin nos estábamos acostumbrando al cambio de hora, así que a las 9 nos pusimos en marcha, tras un buen desayuno en la terraza de nuestro hotel de Waikiki y ver el España - Marruecos del mundial
Waikiki

El Diamond Head

Ese día teníamos previsto visitar las playas del este de Oahu.

Nuestra primera visita fue bastante frustrante.
Queríamos bañarnos en la que es la playa más famosa para hacer snorkel (nuestro nuevo hobbie), de Oahu. Se trataba de Hanauma Bay, que es una playa formada en el cráter de un volcán extinto. para nuestra desgracia los martes cerraba, y no lo sabíamos.

Hanauma Bay
Así que con la desilusión y el firme convencimiento de tener que volver a Oahu en un futuro para bañarnos en Hanauma Bay.

Seguimos camino por la carretera de la costa y tras parar en un par de miradores, llegamos al mirador de Halona Beach Cove.
Este mirador está suspendido por encima de una espectacular playa rocosa, que soporta un mar embravecido por el intenso viento de la zona.
Esta playa es famosa por su belleza y por ser el escenario de una de las escenas más famosas de la película de aquí a la eternidad de Burt Lancester y Deborah Kerr.

El acceso a la playa es complicado y peligroso, por lo que decidimos contemplarla desde las alturas.
Junto a nosotros una multitud de japoneses luchaban contra el viento para sacarse el mejor selfie. Vimos 2 o 3 gorras que volaban, dejando descubiertos a muchos nipones, ante el cachondeo general de sus acompañantes.

Halona Beach Cove

Halona Beach Cove

Fotograma de la película De aquí a la eternidad

Tras unas cuentas fotos, volvimos al coche para continuar por la costa.

Paramos en el mirador Makapuu, que nos permite disfrutar de una vista espectacular de los acantilados de Oahu. Desde ahí comienza un trail que nos llevaría hasta el faro Makapuu. Nosotros decidimos continuar nuestro camino hacia el norte

Mirador Makapuu

Mirador Makapuu

Mirador Makapuu

Ya tocaba un bañito después de la decepción de Hanaima, así que decidimos parar en Waimanalo Beach.

No teníamos esta playa apuntada como una de las imprescindibles, pero realmente fue un gran descubrimiento.

Aparcamos junto a los vestuarios y nos instalamos en la preciosa playa de arena blanca y agua turquesa.
Hasta ese momento posiblemente podría ser la playa más bonita en la que habíamos estado, pero además temíamos el gran placer de estar absolutamente solos.

Waimanalo Beach

Waimanalo Beach

Waimanalo Beach

Waimanalo Beach

Waimanalo Beach
Estuvimos un buen rato disfrutando de esta magnífica playa sin que viéramos a nadie acercarse.

El problema fue como de costumbre otra tradicional tormenta hawaiana que descargó violentamente durante sus correspondientes 15 minutos.

Como ya nos lo temíamos, nos adelantamos a la lluvia y volvimos al coche a tiempo de no empaparnos con la lluvia.
Como curiosidad, nos dimos cuenta que habíamos dejado una de las puertas del coche abierta de par en par. Afortunadamente pudimos comprobar que nadie había entrado al coche ni nos faltaba nada de lo que habíamos dejado en el coche. Gracias Hawai.

Después del susto y una vez pasada la tormenta, decidimos ir a quitarnos la espinita de unos días antes en Lanikai Beach.

Aparcamos un par de calles más lejos que el día anterior y atravesamos nuevamente el estrecho sendero que nos lleva a la playa.

Ese día si, por fin, pudimos disfrutar tranquilamente de una de las mejores playas de Hawai.
Practicamos un poco de snorkel y disfrutamos de sus cristalinas aguas hasta que ya nuestros estómagos nos avisaron que era la hora de comer.

Lanikai Beach

Lanikai Beach

Lanikai Beach

Lanikai Beach

Lanikai Beach

Lanikai Beach

Lanikai Beach

Recogimos los bártulos playeros y de vuelta al coche buscamos un sitio cercano para comer.

Kailua

Pista de baloncesto

Encontramos a unos 5 minutos en coche la pizzería Bob's.
Vimos que las pizzas tenían muy buena pinta, por lo que nos sentamos en su terraza y comimos muy a gusto.

Pizzería Bob's

Con el estómago lleno decidimos volver a la zona de Kailua. El primer día que fuimos por la zona, intentamos atravesar las exclusivas residencias con calles privadas que desembocan en la playa. Como vimos que eso era imposible, decidimos bordear la zona y entrar a la playa por el parque que se encuentra justo al lado de la desembocadura de un río.

Aparcamos y en seguida nos dimos cuenta, que igual que nosotros, mucha gente había tenido la misma idea. Posiblemente fue la playa hawaiana en la que más gente nos encontramos, aun sin ser una afluencia masiva.

Nos bañamos durante un rato y descansamos sobre la arena blanca de Kailua.

Kailua Beach

Kailua Beach

Kailua Beach

Kailua Beach

Kailua Beach

Con la sensación de haber disfrutado de un gran día de playa, volvimos al coche para encaminarnos de vuelta a Waikiki.

Afortunadamente este día la lluvia nos dio una tregua y pudimos hacer un alto en el camino para admirar el espectacular mirador Nuuanu Pali.
Desde el mirador se puede ver gran parte de la isla de Oahu, ya que se encuentra en una de las zonas más elevadas del centro de la isla.
También es un lugar de gran importancia histórica, ya que en esa zona se desarrolló en el año 1.795 la batalla de Nuuanu donde el famoso rey Kamahameha I consiguió la victoria definitiva que unifico las islas de Hawai bajo su mandato.

Para llegar al mirador hay que salir de la autopista y recorrer un par de kilómetros hasta el parking del mirador. Al tratarse de una zona alta y que forma una especie de corredor, nos encontramos con un viento huracanado.
Conseguí llegar al mirador y disfrutar de la vista panorámica durante unos segundos, lo suficiente para hacer alguna foto, ya que el viento hacía insoportable permanecer fuera del coche durante mucho tiempo.

Mirador Nuuanu Pali

Mirador Nuuanu Pali

Mirador Nuuanu Pali

Mirador Nuuanu Pali

Mirador Nuuanu Pali

De vuelta a la autopista llegamos al oasis de sol que es Waikiki y descansamos un rato en el hotel.

Decidimos darnos un baño de despedido da Waikiki para cerrar este magnífico día de playa.

Waikiki

Nuestro hotel

Waikiki

Niño surfeando en Waikiki

Fuente de Waikiki

Waikiki

Waikiki
Vimos que en el paseo estaba celebrándose un espectáculo de Hula. Se trata del baile típico hawaiano.
Baile del Hula

Baile del Hula

Nuestro hotel

Para cenar repetimos en el japonés que tanto nos había gustado días atrás y nos preparamos para cambiar de isla al día siguiente.

DÍA 9

Con mucha pena preparamos las maletas y tomamos nuestro último desayuno en nuestra terraza del hotel de Waikiki.

Dejamos el hotel y llegamos a la campa de Dollar para devolver nuestro pequeño Nissan.

El vuelo salía a las 09:19h del aeropuerto de Honolulu.
Servicios hawaianos

Servicios hawaianos
Este tercer vuelo del viaje iba a ser con diferencia el más corto, ya que iba a durar únicamente 45 minutos.

Este vuelo nos llevaría de la isla de Oahu a Big Island.

Esta parte del viaje estuvo en el aire hasta pocos días antes de viajar, ya que estaba en erupción el volcán Kilauea, y no se recomendaba viajar a Big Island.
Afortunadamente la erupción fue bajando de intensidad y no tuvimos ningún problema en nuestra estancia en la isla.

Aun así teníamos preparada la alternativa de Maui por si no podíamos volar a Kona.

Llegamos con antelación suficiente a devolver nuestro Nissan Versa y trasladarnos a la terminal del aeropuerto.
Facturamos nuestras maletas en la zona de hawaian airlines, y nos dio tiempo a descansar en los cómodos sillones de la sala de espera.

Embarcamos en el pequeño avión de Hawaian Airlines y en poco más de 40 minutos estábamos aterrizando en el Aeropuerto Internacional de Kona.

La llegada a Kona es realmente curiosa, ya que la pista comienza al borde del océano y se adentra en tierra por un cortado de rocas volcánicas. No hay nada más al rededor de la pista que el mar y rocas volcánicas.

Y ojo con la terminal. Parece sacada de alguna película antigua, ya que no son más que unos chamizos al aire libre donde se ubica el control de pasaportes y la zona de facturación.

Nunca habíamos visto nada igual.


Llegada a Big Island

Aeropuerto de Kona

Aeropuerto de Kona

Aeropuerto de Kona

Recogimos nuestro equipaje y, al igual que en Oahu, subimos al shuttle que nos llevó a la campa de Dollar donde nos esperaba nuestro nuevo coche.

Tras una breve negociación conseguí que por el mismo precio de la reserva nos cediesen para los próximos 4 días un flamante Jeep Defender 4x4.

Con las maletas en nuestro Jeep, recorrimos los escasos 4 km que separan el aeropuerto de la ciudad de Kailua-Kona

Llegamos a nuestro hotel y rápidamente hicimos el check-in.
El hotel estaba ubicado en pleno centro de Kona, a escasos metros del puerto y de la zona comercial.



Kona seaside hotel

Kona seaside hotel

Los reyes haweaianos

Vista desde la habitación

Jardin del hotel

Dejamos nuestras cosas en el hotel y dimos un paseo para familiarizarnos con la zona.

La ciudad de Kailua - Kona tiene unos 11.000 habitantes y se dedica casi en su totalidad al turismo.

No encontramos las grandes tiendas de lujo de Waikiki, sino que es un turismo más enfocado a las excursiones de naturaleza.

Cerca de la zona del hotel hay varios restaurantes  y frente a ellos esta el famoso muelle que sirve caca año como salida y llegada del Iron Man de Hawai.
Esta es la prueba deportiva más importante del archipiélago, y se desarrolla íntegramente por las inmediaciones de Kailua.
Este triatlón mundialmente famoso lleva celebrándose desde 1.978 y consta de un sector de natación de 4 km, uno de ciclismo de 180km y finaliza con una carrera a pie de 42km.

Por el largo paseo bordeando el mar, vimos la iglesia de Mokuaikaua, que es la iglesia cristiana más antigua de Hawái. Fue fundada por misioneros en 1.820. Frente a ella vimos el palacio Hulihe´e, que es el antiguo palacio de verano de los monarcas hawaianos.

Iglesia de Mokuaikaua

Iglesia de Mokuaikaua

Barca típica hawaiana

Playa de Kona

Playa de Kona
Continuamos nuestro paseo por la costa hasta que nos empezó a entrar hambre y decidimos volver para la zona del hotel. Cerca de allí había un centro comercial donde vimos un Taco Bell, y decidimos comer allí.

Tras descansar un poco en el hotel decidimos dar un paseo en coche para buscar alguna playa donde refrescarnos. Nos dirigimos al sur de la isla, donde teníamos apuntadas varias playas imprescindibles.

Paramos en la playa Magic Sands, pero en ese momento había unas olas enormes que desaconsejaban totalmente el baño. Solo había valientes sufistas que desafiaban con sus tablas las olas de más de 3 metros que rompían fuertemente en la orilla. Vista esa situación decidimos seguir hacia el sur y paramos en Kahalu'u beach. Esta es una playa muy similar a la ya conocida Shark Cove de Oahu. Playa de poca profundidad llena de corales y por tanto, perfecta para hacer snorkel.

Kahalu'u beach

Kahalu'u beach

Kahalu'u beach

Kahalu'u beach

Nos preparamos con toda la parafernalia y en la orilla nos encontramos con una pareja de españoles que nos advirtió que tuviéramos cuidado, porque el coral cortaba mucho.

A la vez que íbamos a entrar a la playa, apareció un autobús escolar que desembarcó a más de 20 chicos y chicas que monopolizaron la única entrada de arena a la playa.
Intentamos entrar por encima de las rocas coralinas, pero lo único que conseguimos fueron unos cuantos arañazos, así que al poco tiempo desistimos.

Un poco frustrados decidimos buscar la zona de Capitán Cook, que recomendaban todas las guías.
Pues cual fue nuestra sorpresa cuando nos encontramos con que para llegar a esa zona había que andar cerca de una hora atravesando la maleza, o llegar en barco. Entonces un poco decepcionados, por no tener el barco a mano, decidimos poner punto y final al día.

La pareja de españoles nos habían hablado de una fábrica de cerveza que había cerca del hotel, así que decidimos ir allí a cenar.
La fábrica de cerveza es la Kona Brewing Co.
Es una marca de cerveza local de Hawai que tiene diferentes variedades de cervezas disponibles. Junto a su fábrica hay un pub donde se puede comer pizzas y comida americana.
Probamos la variedad Longboard y la Big Wave. Y estaban muy buenas, de echo ya nos aficionamos a ellas y solo bebíamos las diferentes variedades de Kona Brewing Co en nuestra estancia en Hawai. 

Aquí os dejo su web Cervezas Kona Brewing Co

Cervezas Kona Brewing Co

Cenamos y volvimos al hotel a descansar.

Como nota curiosa, aunque la fábrica de Brewing estaba a menos de 1 km del hotel, tuvimos que ir en coche, porque es una zona sin aceras, caminos, ni luces para ir allí a pie.
Nos empezamos a dar cuenta que el coche se usa absolutamente para cualquier desplazamiento en USA.

DÍA 10

Desayunamos en nuestra habitación unos bollos que habíamos comprado el día antes en el ABC que había cerca del hotel, y un café en la máquina que teníamos en la propia habitación.
Es muy famoso (y caro) en Hawai, el café de Kona. En pocos sitios se podía conseguir, y la verdad es que el que probamos estaba muy bueno.

Ese día teníamos ruta por Big Island. Nuestra intención era hacer un coast to coast, yendo de la costa oeste a la este y regresando a la oeste.

Nos subimos en nuestro Jeep y empezamos a ver los enormes contrastes de Big Island.

Salimos con un precioso sol en Kailua, para ver como poco a poco se nublaba y empezaba uno de los famosos diluvios hawaianos.

Nuestro destino final era la ciudad de Hilo, pero dimos un pequeño rodeo para pasar por Kalaoa y Waimea.

Hasta Kalaoa vimos campos de cultivo y bosque, pero desde allí a Waimea todo el paisaje es absolutamente volcánico y desértico.

Paramos en Waimea a comprar víveres en un supermercado llamado Foodland, que la verdad tenía precios muy buenos y mucha variedad.

Bosque hawaiano

Bosque hawaiano

Bosque hawaiano

Pasamos Waimea y el paisaje se vuelve verde, hasta llegar al punto de encontrarnos en plena selva tropical.

Nuestro siguiente destino eran las famosas Akaka Falls.

El GPS nos dio un pequeño rodeo, pero gracias a nuestra orientación, conseguimos llegar al parking del Akaka State Park.

Aparcamos y pagamos la entrada al parque en un chiringuito estratégicamente situado para que no se vean las cascadas si no pagas.

Se pagaba en función de donde aparcaras, si dejabas el coche en la zona de parking costaba 5$, si aparcas fuera son 3$. Nosotros lo habíamos dejado fuera del parking en el arcén de la carretera, porque dentro no había, así que nos ahorramos 2$ por andar 15 metros más.
Además nos dijeron en taquilla que eran 3$ por vehículo, pero al ir a entrar nos pidieron 2 entradas, pero la chica de la entrada fue maja y no nos hizo volver a sacarlas, por lo que entramos los 2 con una entrada.

En el Akaka State Park se puede hacer una excursión por su sendero de 644 metros de longitud que nos lleva a ver las dos maravillosas cascadas del parque.
Comenzamos la visita por la derecha hasta llegar al mirador de las Kahuma falls de 30 metros de altura. Estas cascadas se ven desde un pequeño balcón en mitad del bosque tropical.

 
Akaka falls
Recorrido del parque natural

Circle route

Bosque hawaiano

Bosque hawaiano

Bosque hawaiano

Bosque hawaiano

Kahuma falls
Junto al mirador, el camino asciende para llevarnos frente al plato fuerte del parque: las Akaka Falls.

Las imponentes Akaka Falls caen en picado 135 metros hacia un desfiladero erosionado por el agua. Son posiblemente las cascadas más famosas de Hawai, y representan un enorme espectáculo de la naturaleza.

Hay un mirador frente a las cascadas, que dispone de pequeño cobertizo donde descansar contemplando el agua caer.

Akaka Falls
Akaka Falls

Flor
Akaka Falls

La vuelta completa nos lleva unos 40 minutos, deteniéndonos en las cascadas y en otros pequeños rincones con cascadas pequeñas y puentes.

Además, cuando nos quedaban escasos 50 metros para salir, empezó un nuevo diluvio hawaiano, Por lo que junto a muchos turistas nos resguardamos bajo uno de los enormes árboles que nos hizo de improvisado cobertizo.

Cascada

Cascada

Por fin de vuelta al coche, nos deshicimos de nuestros chubasqueros empapados y nos encaminamos hacia la capital de la costa oeste de Big Island: Hilo.

Hilo es la ciudad más poblada de Big Island, con unos 40.000 habitantes y se encuentra en la costa este de la isla. Es una de las ciudades más lluviosas del mundo con una media de 272 días de lluvia al año. Tiene un promedio anual de 3.281 milímetros de precipitaciones, que supera con creces por ejemplo a Galicia y sus 1.750 mm anuales.

Por supuesto Hilo nos recibía con una incesante lluvia y decidimos comer en un coqueto restaurante hawaiano en la calle principal de la ciudad.

Después de comer, aprovechamos una mínima tregua que nos dio la lluvia para dar un paseo por la zona que da al mar.

Entramos en una tienda de caramelos donde casi nos llevamos hasta los toneles por la buena pinta que tenía todo.

Después llegamos hasta la zona de la estación de autobuses, y la lluvia de nuevo se hizo presente así que decidimos volver al coche para seguir la visita.

Hilo

Hilo

Hilo

Hilo

Hilo

Hilo

Hilo

Nuestro siguiente destino eran las cascadas del arcoiris, pero no quería quedarme con las ganas de intentar ver algo volcán Kilauea, así que cogimos la carretera que lleva al parque nacional de los volcanes.

El Kilauea es un volcán activo de 1.247 metros de altura que hizo erupción el 3 de mayo de 2.018 tras un terremoto de 5 grados lo que provocó numerosos destrozos en viviendas.

El parque natural de los volcanes es una de las mayores atracciones de Big Island, pero a consecuencia de la brutal erupción estaba cerrado.
Aun así nos comentaron que cerca de la entrada se podría llegar a ver el resplandor de la lava, así que allí fuimos.

Conseguimos llegar sin problemas a la entrada del parque, que está a unos 25 km de Hilo, pero a partir de allí la carretera estaba cortada.
Los diferentes seísmos que habían acompañado a la erupción habían destrozado la carretera y no se podía pasar.
Desafortunadamente el día no acompañaba, y las nubes bajas no dejaban ver nada, así que decidimos dar la vuelta y volver a Hilo. Eso si, siempre podremos decir que estuvimos a 2 km del cráter de un volcán en erupción.

Entrada al Parque nacional de los volcanes

Entrada al Parque nacional de los volcanes

De vuelta a Hilo, bordeamos la ciudad para ver las Rainbow Falls o cataratas del Arcoiris.

Estas cascadas tienen la peculiaridad que cuando da el sol se forma un bonito arcoiris. Desgraciadamente como el día estaba tan cerrado, no había sol, por lo que solo pudimos disfrutar de la cascada y su entorno.
Como curiosidad en el parking, casi todos los coches eran del mismo modelo que el nuestro. Se nota que es una zona muy turística.

Parking de las Rainbow falls

Rainbow falls

Rainbow falls

Rainbow falls

Salimos de Hilo y nos dirigimos al plato fuerte del día. Teníamos pensado ascender al volcán Mauna Kea.

El Mauna Kea es junto al Mauna Loa y el Kilauea los principales volcanes que dieron origen a la isla de Big Island.

Su altura sobre el nivel del mar es de 4.205 metros, superando por poco los  4.189 metros del Mauna Loa para convertirse en el techo de Hawai, y una de las montañas más altas de Estados Unidos.

Se conoce al Mauna Kea como la montaña más alta del mundo si la medimos desde su base en el océano, ya que superaría los 10.000 metros de altura. Esto dejaría muy atrás los 8.848 metros del Everest.

Por su altitud, ambiente seco y flujo de aire estable, la cumbre de Mauna Kea es uno de los mejores sitios del mundo para la observación astronómica. Desde la creación del camino de acceso en 1.964, se construyeron trece telescopios en la cumbre, financiados por once países diferentes.

Llegamos al desvío del Mauna Kea y un cartel en una gasolinera nos advierte que esa es nuestra última oportunidad de repostar gasolina, así que como somos muy precavidos decidimos llenar el depósito del Jeep por si acaso.

Todo el camino fuimos con una intensa lluvia y con nubes muy bajas hasta que de repente el cielo se abre ante nosotros y el sol lo inunda todo. A partir de ahí no había ni una sola nube. La distancia desde el desvío hasta la cima es de 24km.

El Mauna Kea es de los pocos lugares del mundo, donde se puede pasar del nivel del mar a más de 4.000 metros de altura en unas dos horas, por lo que a nivel médico hay que tomar una serie de precauciones.

Por ese motivo la primera parada obligada es en el centro de visitantes.

Un ranger obliga a todos los vehículos a desviarse a la derecha para aclimatar nuestros cuerpos a la altura. Es obligatorio permanecer al menos media hora en el centro de visitantes Onizuka a 2.800 metros de altura.
Allí ademas de una tienda de recuerdos, hay zonas con vídeos con recomendaciones para el ascenso, café gratis y unos telescopios que se podían usar libremente.

A partir de ahí nos informamos sobre el ascenso a la cima. Allí nos vamos a encontrar un 40% menos del oxigeno que hay a nivel del mar, por lo que no se recomienda subir a mujeres embarazadas, personas con problemas de salud o menores de 13 años.
También recomiendan que se suba con un todoterreno 4x4 con la tracción integral encendida.

Parking del centro de visitantes Onizuka
Información 4 ruedas motrices

Monolito

Centro de visitantes Onizuka

Centro de visitantes Onizuka

Nos pusimos en marcha y vimos como el ranger se acercó a nuestro coche para comprobar que nuestro Jeep cumplía los requisitos y nos daba vía libre para la cima.

Unos 150 metros pasado el centro de visitantes, acaba la carretera asfaltada y comienza la pista de tierra. La distancia hasta la cima es de 9 millas, unos 14 km, pero se hicieron bastante largas, porque la velocidad de subida no podía ser muy elevada.
El Jeep respondía perfectamente, pero las pendientes y los baches provocaban que Elena fuera asustadísima, y yo disfrutando como un enano.

Final de la carretera asfaltada

Vista durante la subida

Vista durante la subida

Vista durante la subida

Subida al Mauna Kea

LLegando a la cima
Según subíamos a nuestra izquierda teníamos la enorme ladera y al fondo el volcán Mauna Loa.

Las millas pasaban muy despacio, hasta que por fin vimos en la lejanía unos puntitos blancos que poco a poco se iban haciendo más grande y cogiendo la forma de los enormes telescopios de la cima.
Por fin enfilamos el último tramo en el que volvía el asfalto, y aparcamos el Jeep  en el parking de la cima.
La verdad es que mereció la pena la "dura" negociación por el Jeep, ya que con otro coche hubiera sido casi imposible subir hasta allí.

Mar de nubes

Parking de la cima

Vista desde la cima del Mauna Kea

Observatorios astronómicos

Mar de nubes

En la cima la temperatura era de -2 grados, pero afortunadamente íbamos preparados para todas las contingencias.
Nos pusimos nuestra ropa de abrigo y salimos del Jeep.

La vista era absolutamente espectacular. Los telescopios se integran perfectamente en un entorno donde no hay ni vegetación, ni fauna ni nada más que piedra volcánica.

Solo estábamos nosotros y las ordas de japoneses que suben en excursiones organizadas. En la zonas más altas se pueden ver neveros con nieve perpetua, que nos trasladan a la zona más alta de los alpes.

Cima del Mauna Kea

El gran telescopio del Pacífico

Nuestro Jeep
Dimos un brevísimo paseo de no más de 20 metros y parecía que habíamos corrido el iron man. 

Se nota mucho la altura y la falta de oxígeno.


Sin calcularlo previamente vimos como el sol se iba escondiendo poco a poco y disfrutamos de un espectáculo único.


Cuando se ocultó el sol decidimos bajar antes de que la oscuridad se apoderara de la montaña.

Además Elena estaba empezando a marearse un poco y no era plan estar allí más tiempo.

Cima del Mauna Kea

Cima del Mauna Kea

Cima del Mauna Kea

Comenzamos el descenso, y ahí comprobamos que tal y como nos dijeron en el refugio, era el momento más peligroso.
Era peligroso porque los frenos de los coches sufrían mucho por la pendiente y los baches, por lo que había que usar la reductora para aliviar un poco el trabajo de los frenos.

Afortunadamente llegamos sanos y salvos al centro de visitantes.

Para entonces ya era noche cerrada, y pudimos disfrutar del espectáculo de la luna de sangre que se erigía con un rojo brillante por encima de las montañas sagradas de Hawai.

Bajada del Mauna Kea

Bajada del Mauna Kea

Bajada del Mauna Kea

Luna de sangre

Luna de sangre

Continuamos el descenso y llegamos al desvío ya totalmente recuperados del mal de altura. Tardamos cerca de una hora en recorrer los 77 km que nos separaban de Kailua.

El día había sido bastante ajetreado, así que decidimos parar en un Mc Auto y coger un par de ensaladas para comer en el hotel y no tener que buscar sitio para cenar.

DIA 11

El día que llegamos a Kona preguntamos en varios stands de excursiones sobre las diferentes posibilidades que teníamos allí y nos encantó una excursión en barco que nos llevaría a nadar con delfines y a hacer snorkel en la zona de Captain Cook.

Reservamos vía telefónica con la empresa Hang Loose y la verdad que para mi fue posiblemente lo mejor del viaje. Nos costó 80$ por persona y la excursión iba a durar 4 horas y media, en las que nos darían bebida y almuerzo.

Nos levantamos bastante temprano para desayunar algo y preparar nuestra mochila de snorkel.

El punto de reunión era Honokohau Harbor, que es un puerto destinado a barcos pequeños y que distaba unos 6 km de nuestro hotel.

Llegamos a las 8:00h  y media hora después estábamos embarcando en un barco con capacidad para unas 20 personas. La tripulación estaba formada por el capitán y dos monitores que estaban constantemente atentos A todos nosotros.

El barco salió del puerto y se dirigió a la zona de avistamiento de delfines.

Tardamos unos 15 minutos en llegar, a pesar de que el barco iba a gran velocidad, dando unos enormes saltos por las olas del pacífico.

Afortunadamente no echamos por la borda el desayuno que habíamos tomado una hora antes, pero más de uno iba bastante blanco.

Saliendo de puerto

Nosotros eramos los únicos que teníamos material de snorkel propio, al resto les prestaron gafas, tubo y aletas. A todos nos repartieron chalecos salvavidas para flotar en la zona de mar abierto a la que nos íbamos a lanzar.

Los monitores nos explicaron muy bien como iba a ser todo. El barco iba a parar en la zona de delfines, y ellos nos iban a ir guiando por donde más cerca podríamos estar de los cetáceos.

Por fin el barco se detuvo y vivimos nuestra primera experiencia con las aletas y en mar abierto.

La verdad que fue increíble poder nadar junto a varias familias de delfines salvajes en mar abierto.


Familia de delfines salvajes
Cada 5 o 10 minutos volvíamos al barco para cambiar de zona y acercarnos a nuevas familias de delfines.

Subimos y bajamos 4 veces del barco. Hasta que ya el capitán decidió ir a nuestro destino final que era la zona de Capitán Cook.

La verdad que tanto subir y bajar del barco mareaba un poco, porque se pasaba de estar en el agua a subir al barco en movimiento, pero la verdad es que fue una experiencia increíble tener a los delfines tan cerca.

Nosotros como buenos profesionales llevábamos nuestras camisetas de snorkel que protegen del sol, pero nuestros compañeros de excursión empezaban a quemarse como buenos cangrejos.

Después de los delfines tocaba el plato fuerte: Capitán Cook.

En el barco

Capitán Cook

El Capitán Cook fue un famoso navegante, explorador, cartógrafo y capitán de la Marina Real británica del s XVIII. Realizó el primer contacto de Europa con las islas de Hawai.

Llegamos a la Bahía de Kealakekua que es el lugar donde fue asesinado por nativos hawaianos el capitán James Cook  y donde se erige un pequeño obelisco en su memoria.

La bahía está considerada una zona de conservación de la vida marina, por lo que no hay ni construcciones ni carreteras.

Nos explicaron que hay más de 70.000 especies diferentes de peces censadas en la zona, lo que hace que sea un lugar único para la práctica del snorkel y el buceo.

Capitán Cook

Capitán Cook

Capitán Cook

Nos recomendaron quitarnos el chaleco salvavidas y nadar solo con un churro de los que se usan en las piscinas municipales.

Nos tiramos al agua y lo que vimos fue un gran espectáculo de la naturaleza. Miles de peces de todos los colores y tamaños nadaban al rededor de un enorme arrecife de coral.

La increíble transparencia del agua nos permitía ver todos los detalles de la fauna y flora submarina.

Ahí abajo parecía que el tiempo se había parado. Estuvimos más de 1 hora entre los corales, y la sensación es que habían pasado 5 minutos cuando nos llamaron desde el barco para emprender la vuelta a puerto.

Todavía alucinados de la experiencia, comimos unos sandwiches, snacks y fruta para recuperar fuerzas. El barco paró un par de veces para enseñarnos cuevas volcánicas que nos encontrábamos de camino y por fin llegó al puerto Honokohau. como curiosidad, a la vez que entrábamos a puerto lo hacía una enorme tortuga que parecía que nos daba la bienvenida de nueto a tierra firme.

Camino a puerto

Camino a puerto

Estructuras geológicas

Kona desde el barco

Kona desde el barco

Nos despedimos de los monitores que se habían portado genial con nosotros, y estos nos recomendaron una pequeña playa casi desconocida a 100 metros del puerto donde anidaban las tortugas.

Como somos muy bien mandados, fuimos a ver la playa que nos habían recomendado. Se trataba de la playa Kahakai, y al ser parque natural estaba protegido por un fornido ranger.

La playa era de piedrecitas, pero con un agua tan cristalina que las piedras del suelo se confundían con las enormes tortugas que allí anidaban. Vimos 3 o 4 de las grandes en el tiempo que allí estuvimos.

Junto a la playa había réplica de construcciones de los antiguos pobladores de Hawai

Kahakai Beach

Kahakai Beach
Información de las tortugas

Tortuga

Tortuga

Kahakai Beach

Vivienda de los nativos

Kahakai Beach

Ya eran pasadas la 1 cuando volvimos al Jeep y decidimos ir a comer a Kailua.

Después de comer y descansar un poco en el hotel fuimos a buscar alguna playa por el sur para un nuevo baño. Esta vez en la playa Magic Sands las olas eran más asequibles y yo me di un baño espectacular.
Había muchos surfistas y otros tantos que lo que hacíamos era saltar las olas.


Magic Sands Beach
Magic Sands Beach

Magic Sands Beach

Magic Sands Beach

Magic Sands Beach
Magic Sands Beach

De vuelta a Kona, vimos que en el centro comercial donde estaba el Taco Bell, había muchos más comercios y restaurantes.

Lo curioso es que descubrimos que los centros comerciales no son tal y como estamos acostumbrados en España, que tienen una entrada y una sucesión de tiendas y restaurantes.
En USA los centros comerciales son enormes parking que están rodeados por comercios y restaurantes. Todo ello en grandes explanadas. Por lo que para ir de un comercio a otro había que ir en coche.

Ese día hicimos el gran descubrimiento del viaje: ROSS. Esta es una cadena de tiendas que vende ropa, calzado y complementos de marca a precio más barato que en los outlet. Ver un Ross iba a convertirse en una de las principales razones para tirar de consumismo en este viaje.

Ross dress for less

La primera vez que entramos en el Ross de Kona, nos dimos cuenta que si hubiera uno de estos en Madrid, la cadena Primark desaparecería. Compramos bastantes cosas, aunque con la cabeza puesta en que tenía que entrar todo en las maletas que teníamos para volver al continente. Afortunadamente calculamos bien y pudimos llevar todo, aunque las maletas casi parecía que iban a explotar.

Cenamos en la terraza de un restaurante hawaiano en ese mismo centro comercial y entramos en un foodland para comprar el desayuno del día siguiente.

Como punto y final del día fuimos al paseo de Kona y nos tomamos unas refrescantes Brewing Co. en una terraza chill out llamada Chill'n On The Bay frente al pacífico.

Cervezas Brewing Co

DÍA 12

El último día completo en Hawai lo dedicamos a visitar playas. Teníamos marcadas en nuestro planning varias de ellas y la verdad es que disfrutamos de lugares absolutamente únicos.

Desayunamos como era costumbre en la terraza de nuestra habitación, y cogimos el Jeep para empezar la ruta por las playas hawaianas.

La primera parada fue en la bahia de Kua, donde está Manini’owali Beach.
Esta playa de arena blanca es el auténtico paraíso.

La playa está a unos 20 km de Kona, y con el intenso tráfico de ese día tardamos unos 25 minutos en llegar.

Se llega por una estrecha carretera a una zona de parking, y a partir de ahí, hay que atravesar un sendero esculpido en la lava volcánica que desemboca en la playa.

Manini’owali Beach

Manini’owali Beach

El agua es absolutamente cristalina, y se pueden ver perfectamente los peces de colores y las tortugas al rededor de los bañistas.

En la zona de la derecha hay unos arrecifes de coral donde se puede hacer snorkel.

Para mi fue la mejor playa de Big Island, y posiblemente una de las 3 mejores playas en la que he estado nunca.

A pesar de ser una playa espectacular, no estaba masificada, ya que es visitada habitualmente por locales, más que por turistas.

Manini’owali Beach

Manini’owali Beach

Pasamos allí la mañana completa hasta que nos entró hambre y decidimos volver a Kailua a comer, ya que cerca de la playa lo único que había era un puesto de perritos calientes.

Habíamos visto por internet que la mejor hamburguesería de Hawai estaba en el centro comercial donde estaba el Ross del día anterior, así que para allá que fuimos.

Se llamaba Ultimate Burguer, y la verdad es que hizo honor a su fama, ya que fueron las mejores hamburguesas que comimos en Hawaii y una de las mejores de todo el viaje.
Ultimate burguer

Con el estómago satisfecho decidimos cambiar de playa.
Esta vez fuimos más al norte hasta Hapuna Beach. Esta playa es otro ejemplo de lo que sería una playa paradisiaca de arena blanca. Tiene un km de longitud y no es tan salvaje como Manini’owali Beach, ya que tiene apartamentos en las cercanías.
Esta playa siempre está entre las votadas como mejores playas del mundo.

Hapuna Beach está a 50 km de Kailua, para los que invertimos unos 40 minutos de coche.

De camino paramos a la derecha nada más pasar el aeropuerto para ver un espectacular tuvo de lava.

Se trata de una colada del volcán Mauna Kea que ha formado un tuvo de lava de unos 5 metros de alto y 30 de largo. En esa zona había montículos que se asemejaban a pequeños altares de roca volcánica. El paisaje es realmente espectacular, ya que se ve al fondo la inmensidad que es la ladera del Mauna Kea que se eleva más de 4.000 metros por encima de nosotros.

Nuestro Jeeph

Tuvo de lava

Zona volcánica

Zona volcánica

Zona volcánica

Zona volcánica

Tuvo de lava

Zona volcánica

Zona volcánica

Llegamos a Hapuna y aparcamos en su enorme parking, pagando 5$. Es algo caro tener que pagar, pero el parking es enorme y tienes todos los servicios disponibles.
Bajamos una rampa, y llegamos a esta preciosa playa.

En los extremos de la playa hay zonas de rocas donde se puede hacer snorkel, pero no hay tanta variedad de fauna acuática como en Manini’owali Beach.

Esta playa nos sirvió para darnos un buen baño de sol y playa, y para despedirnos de la mejor forma posible de Hawai. nos falto por visitar ese día Makalawena Beach, pero para llegar a esa playa hay que hacer un trekking de 2,5 km, y nosotros preferimos descansar en las dos espectaculares playas que visitamos ese día

Hapuna Beach

Para cenar, vimos que al lado del búrguer de medio día había un restaurante de sushi giratorio llamado Genki Sushi.
Cenamos bastante bien allí platos de sushi y preparados por ellos. Ese día acabamos entrando otra vez al Ross para hacer las últimas compras y al ABC de Kailua para abastecernos de souvenirs hawaianos.

Como colofón al viaje a Hawai volvimos a tomarnos unas Brewing Co frente al mar en el Chill'n On The Bay

Muelle de Kona

Cervezas Brewing Co

Tocaba preparar la maleta para volver al continente.

DÍA 13

Con gran pesar por nuestra parte teníamos que dejar el hotel de Kona para tomar un vuelo de vuelta al continente.

El día empezó mal, ya que a las 4 de la mañana me levanté para ver como Rusia eliminaba a España en los penaltis del mundial de 2.018

El día de nuestra llegada habíamos negociado con la agencia de alquiler de coche que si devolvíamos el Jeep antes de las 11 de la mañana no nos cobraban un día entero de alquiler, por lo que conseguimos cerrar las maletas, desayunar y a las 10:30 dejamos el hotel de Kona.

Entregamos a tiempo el Jeep y el shuttle nos dejó en el aeropuerto de Kona sobre las 11:30h. Teníamos por delante una larga espera porque nuestro vuelo de Hawaian Airlines con destino Los Ángeles no salía hasta las 15:35h.

Llegamos al aeropuerto y era todo muy surrealista. La cola para acceder al control de pasaportes estaba en plena calle, y justo se estropeó el único arco de seguridad de todo el aeropuerto.
Estuvimos más de media hora esperando que lo arreglaran, y había más de 100 personas esperando a pleno sol en una minúscula acera.

Por fin pasamos el control y afortunadamente conseguimos un asiento en el único bar del aeropuerto. Tomamos unos refrescos y comimos algo hasta que vimos que se empezaba a formar cola en la puerta de embarque dirección Los Ángeles. El vuelo empezó a facturarse con antelación y salimos a la hora en punto.


Aeropuerto de Kona

Embarcando

Con mucha pena decíamos adiós al archipiélago de Hawaii para volver al continente americano a realizar un road trip por la Costa Oeste.

El vuelo fue muy cómodo, duró unas 5 horas y afortunadamente esta vez íbamos sentados juntos.


Camino de los Ángeles
La diferencia horaria entre Hawai y Los Ángeles es de 3 horas, por lo que aterrizamos en el aeropuerto internacional de Los Ángeles a las 23:55h.

Además nuestro avión tardó más de 45 minutos en posicionarse en un gusano para poder acceder a la terminal, por lo que nos dieron las 00:45h cuando recogimos las maletas.

Nos subimos al bus de Hertz para que nos llevara al lugar de alquiler de vehículos donde teníamos esperando nuestra montura para recorrer la costa oeste.

Dimos con un chico muy majo, aunque algo despistado, y después de decirle que eramos españoles, y que íbamos de luna de miel, nos ofreció cambiar el chevrolet impala que teníamos contratado por un bentley o por un camaro.
Solo teníamos que añadir un par de dólares al día de diferencia.

Como un muscle car americano no se conduce todos los días, nos inclinamos por un espectacular Chevrolet Camaro.
Eso si, fue una pequeña odisea encontrar el coche, porque la campa de Hertz es enorme.

Había allí cientos de coches allí, y entre el cansancio del viaje y que el chico se había confundido en el número de la plaza, estuve media hora dando vueltas.

Al final nos dio el número correcto y por fin encontramos esta belleza de coche.

El Chevrolet Camaro de 2.018 tiene un motor 2.1 litros turbo de cuatro cilindros en línea que produce 276 caballos.

Una absoluta pasada.

Lo mejor de todo es que a pesar de nuestras dudas iniciales, todas las maletas entraron en su reducido maletero.

Nuestro Camaro

Habíamos leído que la recepción del hotel Solaire que teníamos reservado cerraba a las 02:00h, por lo que rápidamente nos incorporamos a las enormes autovías de circunvalación de Los Ángeles para llegar lo antes posible al hotel.
A pesar de perdernos un poco, llegamos a tiempo al hotel y pudimos hacer el chack in sin problema.

El hotel era el típico estilo corrala con el parking en medio . La piscina estaba en mantenimiento y solo faltaba el cadáver flotando para darle ese aroma a motel de película de serie B.

A pesar de esa imagen la habitación era amplia y cómoda. Cenamos unos sandwiches que compramos en el aeropuerto y nos fuimos a dormir porque había sido un día largo.













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