domingo, 11 de septiembre de 2011

ETAPA 5: VERONA

Día 13

Abandonamos con pena la ciudad de los canales, y pusimos rumbo a Verona.

Recogimos nuestro 308cc del parking y de camino por la autoestrada decidimos hacer una parada técnica en la ciudad de Padua. Queríamos ver la famosa basílica de San Antonio.
Aparcamos en una zona cercana al centro, y caminamos hasta la plaza del duomo siguiendo a nuestro querido GPS.

Aunque al principio pensamos que el duomo iba a ser la basílica de San Antonio, resultó ser una iglesia normal y corriente. Preguntamos en un punto de información y nos indicaron como ir a la basílica.

Tras unos 10 min andando nos encontramos una plaza con una gran iglesia en su interior.

Por fuera no llama especialmente la atención, sobretodo después de ver la de Florencia, Pisa, Siena... pero por dentro es espectacular.

Basílica de San Antonio de Padua
La basílica merece muchísimo la pena, es muy bonita, con numerosas capillas y ornamentos.

Interior de la basílica
Nada más entrar en la gran nave central podemos ver que las partes realmente importantes están en la parte izquierda, y al fondo de la basílica. Asi que hacia alli fuimos.

Justo detras del altar está la zona del tesoro, ahi deberian abstenerse de ir personas sensibles y con poco apego a la iglesia.

¿Porque digo esto?

Pues porque ahí nos encontramos decenas de relicarios de oro y piedras preciosas (¿alguien dijo voto de pobreza?) que contenían de todo:
la mandíbula, la lengua, el antebrazo y las cuerdas vocales de San Antonio, dedos de santos y mártires, incluso un trozo de la cruz de cristo.
A la entrada de esa zona está el manto original de San Antonio, y varias túnicas que había dentro de su sarcófago.

Reliquia con la mandíbula de San Antonio

Reliquia con la lengua de San Antonio

Tras asimilar aquel espectáculo llegamos a la zona donde esta la tumba de San Antonio. Todo con una decoración muy recargada, y con una zona llena de fotos de la gente que había ido por allí, o familiares enfermos, fallecidos...
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Tumba de San Antonio

Una curiosidad es que estaban puliendo el suelo de la basílica, pero no lo hacían con una mopa normal y corriente, sino que tenían un carrito dando vueltas como el de los centros comerciales que metía un ruido de miedo. Ruido que parecía no molestar a los 3 o 4 monjes que no paraban de mandar callar a la gente cuando emitían el más mínimo susurro.

Después de la visita volvimos al coche para continuar nuestro camino a Verona.


El Gps nos llevó rápidamente al hotel Maxim, un buen 4 estrellas situado en las afueras de Verona. Junto con el de Maranello, el mejor hotel en el que estuvimos, muy recomendable.

Para ir al centro de Verona había que buscar algún medio de transporte, ya que el hotel estaba algo separado.
Había 2 opciones una de ellas sería 20 min en autobús, y la otra 5 min en coche, así que después de tanto autobús en Roma, y la experiencia con el 23 en Florencia decidimos coger el 308cc y aparcamos en un parking a 5 minutos andando del arena, al módico precio de 2€ por 5 horas.


Entrada zona antigua de Verona

Comimos cerca del Arena y compramos una crema para las megapicaduras de mosquito que teníamos. A partir de ahí comenzamos con nuestro planning de visitas en Verona.


Arena de Verona
Caminamos al lado del Arena hasta el Castelvecchio.


Castelvecchio
Al llegar allí, y tras algún problema con el datáfono de las tarjetas de crédito, nos sacamos la Verona card por 15€ cada uno. Eaa tarjeta nos daba derecho a entrar en todos los monumentos e iglesias de Verona.

Vimos el castillo por dentro, con una exposición pictografica interesante, aunque lo mejor sin duda de la visita es una zona pegada al rio Adige. En esa zona se puede ver la grandeza del puente Scaligero, con el río corriendo bajo él.


Puente Scaligero

Rio Adige
También muy recomendable la exposición de armas antiguas dentro del castillo.

Exposición de espadas
Al salir del castillo a la derecha está el arco de Gavi, pero la zona estaba todo en obras, y casi ni se veía.


Arco de Gavi

Pasamos al lado del arena y nos tomamos un Spritz en una terracita. Seguimos por esa calle hasta la Plaza del Erbe. Ya estaban recogiendo los puestos que inundan la plaza, pero pudimos ver la Torre Lamberti, y toda esta zona típica del centro de Verona.


Plaza del Erbe

Plaza del Erbe
Por una calle estrecha se llega hasta la Plaza de la Señoría, llena de terrazas, y en la que llamaba poderosamente la atención el arco Scaligere. Eso no es más que las tumbas de la familia Scaligere, que gobernó Verona, y que decidieron hacer su monumento funerario en medio de la ciudad, al aire libre, para que todo el mundo pudiera verlo.


Plaza de la Señoría

Arco Scaligere
Dimos un paseo por la orilla del río adige, y tras una buena cena camino del coche, nos fuimos a descansar al hotel, ya que el día siguiente iba a ser largo.



Día 14

LLegaba el día de exprimir la verona card, así que después de aparcar en el mismo parking que el día anterior, fuimos directamente a la iglesia de San Fermo Maggiore. Esta tiene la peculiaridad de que por unas escaleras bajas a otra iglesia, que hay justo debajo de la principal. Así que es un 2x1 eclesiástico, en el mismo recinto 2 iglesias. Es curioso ver como construyeron la superior respetando el espacio de la inferior.


Iglesia San Fermo Maggiore por fuera

Iglesia superior

Iglesia inferior
Seguimos andando con destino a la casa de Romeo y Julieta. Hay que atravesar un pequeño tunel, y llegamos a un patio donde esta la famosa estatua de Julieta. Había una multitud de gente alrededor, por lo que decidimos visitar primero la casa y despues sacarnos la tipica foto tocando el pecho de Julieta. Entramos gratis con la Verona card, y la verdad es que la casa es un poco decepcionante. Algún mueble de época, juegos interactivos, y sobretodo el famoso balcón.


Casa de Julieta con el famoso balcón
Salí yo primero de la casa y le hice la foto a Andrea en el balcón, como si fuera la versión Bávara de Julieta. Después esperamos pacientemente nuestro turno y nos hicimos la foto agarrando firmemente el pecho desgastado de Julieta. Después continuamos el camino.

Estatua de Julieta
LLegamos a la ascensión del día. La torre de Lamberti. Se entra gratis con la Verona Card, aunque si se quiere subir en ascensor hay que pagar algo. Como teníamos las piernas frescas, y con la experiencia de haber subido al Vaticano y al duomo de Florencia, decidimos subir andando.

Torre de Lamberti
La subida es cómoda, hay un primer mirador a unos 80m y luego se sube a lo más alto a unos 100m.
La vista es bonita, con el río de fondo y el arena, aunque la es complicado disfrutarlo cómodamente por estar rodeado de verjas y columnas.
Para sacar una buena foto hay que subirse a unos escalones y meter la cámara entre las rejas.


Zona arqueológica, iglesia de Santa Anastasia y rio Adige desde la torre de Lamberti

Arena desde la torre de Lamberti
Hay que tener cuidado a las horas en punto con la campana, ya que corres el riesgo de quedarte sordo, o pegarte un buen susto si no se está atento.

Tras disfrutar de las vistas y descansar un poco iniciamos el descenso. Decir que no estaba ni mucho menos masificado. No había nada de cola, y arriba seriamos 4 o 5 personas.

Una vez abajo, cruzamos la plaza Erbe y llegamos a la iglesia de Santa Anastasia.
Es la iglesia más grande de Verona, y es bastante bonita por dentro. LLaman la atención las esculturas donde se deposita el agua bendita, con forma de jorobado. Estuvimos un rato sentados dentro, y seguimos nuestro camino.


Iglesia de Santa Anastasia

Interior Santa Anastasia
Jorobado

La siguiente parada fue el duomo. No llama especialmente la atención externamente (y más después de lo que llevamos visto), pero es destacable que en su interior se puede visitar una iglesia paleocristiana y el baptisterio.
 

Duomo

Interior del Duomo

Interior del Duomo
Baptisterio del Duomo
Decir que en todas estas iglesias hay que pagar, pero que con la Verona card se entra gratis. Además en todas te dan un folleto explicativo de la iglesia. Casualmente todos nos preguntaban si lo queríamos en inglés o alemán (¿porque será?) cuando les decíamos que en español se quedaban extrañados.

Cruzamos el río por el puente de piedra hasta la zona arqueológica y el teatro romano.

Puente de Piedra
Sacamos nuestra Verona card, ya humeante, después del uso que le estábamos dando, y entramos gratis. Había un festival de jazz en el teatro, por lo que el este, estaba preparado para la ocasión.


Teatro Romano
En la zona alta está el museo arqueológico, pudiendo subirse a pie o en ascensor. Con el calor reinante, y después del alarde físico de la torre Lamberti, subimos en el ascensor. El museo es normalito, muchas cabezas y lápidas, aunque destacan las vistas que se ven desde alli. Nos sentimos vigilados en todo momento, si bien es que éramos casi los únicos que estábamos allí, justo me llamó mi padrey con el eco parecía que hablaba a grito pelado.


Zona arqueológica

Rio Adige y Santa Anastasia desde la zona arqueológica
Bajamos del museo, esta vez por las escaleras, y fuimos directos al hotel a prepararnos para el plato fuerte del día.

Teníamos entradas para ver en el arena la ópera Nabucco de Verdi.

Así que nos engalanamos y pusimos rumbo al anfiteatro romano. El Arena es impresionante. Después de ver el coliseo de Roma, que está literalmente en ruinas. impacta ver una construcción del año 30 dc  que puede acoger espectáculos como cualquier estadio de la actualidad.


Arena antes de empezar la ópera
Después de un problemilla con la cámara de fotos, llegamos al Arena unos 30 minutos antes del comienzo de la obra. Las gradas ya estaban casi llenas. Conseguimos un buen sitio y esperamos a que comenzara la obra. En los entreactos había gente vendiendo de todo, desde cojines a libretos, pasando por helados, bocatas, bebida...  Compramos un libreto para enterarnos de la historia, eso si estaba solo en inglés, francés italiano y alemán. (Os imagináis quién lo leyó)

Nunca había estado en una ópera, pero como a Andrea le encanta, allí estábamos con nuestro libreto y sin saber lo que me esperaba.
De repente se apagan las luces y la orquesta hace unos 10 minutos de actuación sin que salga ningún actor. Tras un aplauso enorme, empiezan a salir unas 300 personas que formaban parte del coro.
Estos cantan una canción, a modo de presentación, y luego ya salen los tenores y sopranos protagonistas para comenzar la historia.


Coro

Momento de Nabucco
La puesta en escena espectacular, el escenario inmejorable y la música y acústica impresionante.
Es increíble que un tío o tía pueda llenar con su voz un estadio con más de 20000 personas..
Fueron 4 actos de unos 40 min de actuación, con 3 descansos de 45 min en medio.
En los descansos nos dio tiempo a leer el libreto, a cenar, a salir del arena a ir al baño...
En el tercer acto el coro cantó la famosa canción de "va pensiero" representando a unos esclavos, y fue tan espectacular que el público empezó a pedir un bis como si fuera un concierto normal.
Tras un silencio volvieron a interpretar la canción con más ímpetu si cabe.
Cuando terminaron hubo una ovación atronadora de más de 5 minutos y la gente a gritos dando las gracias por el bis.


Interpretación de va pensiero
Después siguió la obra hasta que termino sobre la 1 de la madrugada . La verdad es que salimos encantados, y repetiríamos sin dudar.

Tras la experiencia, tomamos algo en una terraza camino del coche y al hotel a dormir.

3 comentarios:

  1. Tiene que ser impresionante el oir la ópera al aire libre. Había algún tenor por ahí (ya fallecido) y otros que no lo están, que no estaban de acuerdo en cantar al aire libre, pero es espectacular. Muy bonito. Lo que no veo lógico por qué el libreto no incluia el español. La verdad es que como no sepas algún idioma en Europa, lo llevas claro, nadie habla español. Hay alguno, pero poquisimos.

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  2. Recuerdas el nombre del aparcamiento y donde se encuentra??
    MI correo es padilla120@gmail.com

    Gracias

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  3. Me voy a guiar por tu visita a Verona. Podrías decirme el aparcamiento que utilizaste cerca del arena. También he reservado en el Maxim.
    mgustios@hotmail.com

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